Un discurso ambicioso, moderado, coherente y repleto de energía fue la tarjeta de presentación que ofreció Pep Lluís Martí en su primer día como entrenador del Tenerife. Sus primeras palabras fueron de gratitud. "Para mí el hecho de que el club, que considero una de mis casas, me haya ofrecido este reto tan importante, me produce una gran ilusión por hacer las cosas de la mejor forma posible", verbalizó.

"Mucho ha tenido que ver cómo he afrontado todos los años de competición como futbolista y cómo he desarrollado mi juego dentro del terreno de juego; he sido capaz de interpretar el futbol de una manera, y eso ha ayudado muchísimo", interpretó respecto a las causas que condujeron a los rectores del club canario a pensar en su perfil. No ocultó que ha sido "una gran sorpresa" para él que se produjera su fichaje por el Tenerife en este momento de su trayectoria, aún sin experiencia en los banquillos.

El mallorquín aseguró que ha tratado de aprender de todos los técnicos con los que ha convivido, entre los que enumeró a Rafa Benítez, Juande Ramos, Joaquín Caparrós o Juanma Lillo. De éste último, dijo que le ha marcado especialmente, pero matizó que "de todos" ha intentado quedarse lo mejor. "Es una sorpresa enorme que hayan confiado en mí, pero claro que he seguido al club y cuáles han sido sus circunstancias. El lunes empezamos a hablar", confirmó.

El excapitán del Mallorca, que se retiró la pasada campaña, tiene claro cuál va a ser su manual para enderezar el rumbo de su nuevo equipo. "Trabajo, ilusión y ganas no me van a faltar. Quiero devolver a la afición todo lo que me dio en su momento", fue uno de sus mensajes. Se le preguntó por su estilo y replicó que lo que más le gusta "es ganar". "Primero vamos a hablar con los chicos, con la plantilla, y ya veremos cómo manejar la situación y qué tipo de juego vamos a realizar. Ellos serán los primeros en saberlo", enunció el sucesor de Agné, quien aún no ha tenido tiempo de hablar con el técnico maño, que se ha puesto a su entera disposición por si quisiera información y datos sobre la plantilla. "Soy consciente de que soy entrenador del Tenerife y de que ya el sábado -mañana para el lector- tenemos un partido vital para coger la dinámica necesaria para salir de esta situación. Estoy convencido de que la afición nos va a apoyar los 90 minutos ante este desafío y solo espero que los chicos salgan convencidos de que van a ganar", subrayó. Su contrato solo comprende el tiempo que falta hasta el 30 de junio, aclaró a continuación. "No me veía tan pronto entrenando, pero sí con capacidades. Estos años he aprendido muchísimo y he ido analizando cómo debe ser el comportamiento de un entrenador. Si acepto esta proposición, es porque me veo preparado. Además, voy a coincidir con gente a la que tengo un aprecio especial. No podía desaprovechar una oportunidad tan importante y tan bonita como la que me brinda ahora el Tenerife", pronunció el nuevo inquilino del banquillo blanquiazul.

Acerca de su falta de bagaje, fue claro. "Sea experto o no sea inexperto, lo que cuenta es hacer las cosas bien y conseguir que el equipo gane", destacó. "El objetivo que me marco es el trabajo constante, el día a día, el partido a partido. Pensamos exclusivamente en el sábado y luego ya nos centraremos en el siguiente", dijo Martí, quien definió a la plantilla blanquiazul como "interesante" y reseñó que "es un grupo para estar más arriba de lo que está".

Por la tarde ya dirigió a sus nuevos futbolistas y, tras una charla, ordenó unos ejercicios de posesión del balón. Su primer reto es ganarle al Alavés.