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Análisis

El campeón aún no ha abdicado

El campeón aún no ha abdicado

Todo lo que rodeaba ayer a Marc Márquez sonaba a cascabeles. Los abrazos entre los suyos, que nunca olvidan el error de la bandera negra del 2013; los besos entre papá Julià y Àlex; los guiños con los japoneses de Honda; la complicidad con aquellos a los que les había dicho que las jugarretas de Rossi en Argentina y Holanda tendrían su réplica; y, cómo no, el golpe en la mesa de que el bicampeón más joven de la historia, el rookie que heredó el trono de Freddie Spencer, aún no ha abdicado, ni cedido su corona. "No está, no: 50 victorias a los 22 años. Vale tiene 36 y 112, paso a paso", comentó mientras se partía de risa. "No, en serio, es bueno ganar, sí, pero lo único que cuenta son los títulos y este año no hemos cumplido".

Había que oírle explicar esa última vuelta suicida, la vuelta rápida histórica, esa que arrancó tercero y acabó primero, el giro en el que fulminó a Iannone y su Ducati y a Lorenzo y su campeona Yamaha. "Empecé detrás de Iannone y algo alejado, aunque nunca perdí de vista a Lorenzo. Descarté superar a Andrea en la curva 4 porque sabía que él me esperaría ahí, como en las anteriores vueltas que lo había fulminado en la frenada. Pensé: ´ahí no, que te cerrará la puerta´. Así que le he visto cometer un error en la 1, he apretado los dientes y lo he superado en la 2. Seguía lejos de Jorge. Mi frenada en la 4, para que Andrea no me devolviese el adelantamiento ha sido de suicidio, pero me ha servido para iniciar la subida a toda velocidad".

Márquez toma aire, advierte que un magnetofón se ha parado. Y sigue: "Y, al llegar a la curva 9, ya estaba enganchado a Jorge. Y ¡Dios!, llegado ese instante, me ha dado por pensar: ´¿Qué vas a hacer, Marc? ¿te vas a atrever?´ He vuelto a apurar la frenada a lo bestia pero, en ese instante, he visto que Jorge no se atrevía, no podía, no quería, temía cerrarme la puerta, que ha dejado entreabierta y, tal y como prometí el sábado, solo lo pasaría si no asumía el riesgo de tirarlo. He soltado los frenos y no me lo he pensado dos veces. Cuando he visto a mi gente colgada del muro, me he vuelto loco. Nos faltaba este triunfo a todos".

Lorenzo explicó que sí, que pensó en cerrarle la puerta a Márquez, "pero mi neumático delantero era horroroso en las tres curvas de derechas del trazado y eso me ha provocado tal temor que he pensado ´no arriesgues, puedes perderlo todo´. He conquistado 20 puntos, que son de oro. Marc ha hecho una grandiosa carrera".

Para desdibujada, la cara de Rossi, cuarto, fulminado por Márquez, derrotado por Lorenzo, humillado por Iannone. Reconoció su culpa. "Fallamos en la preparación de la moto. Debemos esmerarnos o vamos a perderlo todo. Ha sido una carrera preciosa, pero a mí mi girano i coglioni, pues he terminado fuera del podio por segunda vez".

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