La Unión Deportiva Poblense celebra esta temporada sus ochenta años de existencia. Un aniversario que el histórico club que preside Miquel Bennàssar 'Molondro' festejará con diversos actos a lo largo de esta campaña 2015/2016.
Según consta en uno de los documentos del archivo de la entidad el acta constitucional data del 1 de octubre de 1935 cuando quedó legalmente constituida la "Sociedad recreativa, cultural y deportiva Unión Sportiva Poblense, que tiene por objeto fomentar el perfeccionamiento intelectual y moral de los asociados, mediante veladas literarias y familiares, como también el desarrollo físico de los asociados por medio de excursiones y con la práctica del deporte, principalmente el denominado fútbol...". Así rezaba el encabezamiento de los estatutos de la nueva sociedad, que nacía por iniciativa de un grupo de personas que ya habían estado vinculadas con el fútbol local a través del 'Ràpid Sport Club', fundado por don Jaime Bonnín 'Apotecari Barons' el año 1922 y desaparecido once años después por problemas económicos.
Los impulsores de la idea y que conformaron la primera junta directiva, encabezada por Jaume Piña Bonnín como presidente, fueron Antoni Serra 'Mussol', Julià Mir 'Mascó', Miquel Pomar Capó, Simó Bennàssar 'Simó', Joan Socias 'Tem', Guillerm Mir 'Mussol', Miquel Ballester 'Feliu', Pau Serra 'Manyani', Pere Payeras 'Pel de mel' y Vicens Ríos.
En el listado de socios del club, manuscrito con cuidada caligrafía, figuran, como los diez primeros inscritos, los nombres de Jaime Piña Bonnín, Gabriel Cañellas Serra, Juan Pizá Reynés, Jaime Mestre Crespí, José Rayó, Francisco Aguiló, Pedro Antonio Socias Sanz, Juan Forteza, Rafael Serra y Pablo Batle.
Los primeros partidos que disputó el Poblense tuvieron por escenario un campo situado detrás de la Escuela Graduada, entre las actuales calles Miquel Verdera y Traginers, cuyas medidas, según plano que se guarda enmarcado en las dependencias del club, eran de 82 metros de largo por 50 metros de ancho.
En competición oficial
Una de las primeras alineaciones habituales de aquel primitivo Poblense era la formada por Pedro Payeras, bajo los palos; Toni Torrandell y Toni Rián, en defensa; Rafel Ramis, Joan Cañellas y Domingo Ríos, en la medular; Toni Ríos, Tòfol Seguí, Guillem Crespí, Andreu Puigserver y Xisco Soler, en la línea de ataque. La clásica posición en el campo de aquella época: un portero, dos defensas, tres medios y cinco delanteros. Fútbol del bueno, ofensivo, de puro ataque.
El lamentable hecho de que, ocho meses después de la fundación del nuevo club, estallara la Guerra Civil y quedaran paralizadas las competiciones deportivas oficiales en todo el Estado, motivó que aquel ilusionante equipo no compitiera hasta la temporada 1939-40, participando en el 'Torneo Unión. Trofeo Titoy', junto a los equipos que formaban el grupo pueblos; España de Llucmajor, Manacor, Binissalem y Llosetense. El conjunto pobler se proclamó campeón de dicho grupo, mientras que el de Palma lo formaban: Soledad, Recreativo, Mediterráneo, Hispano y Arrabal.
Aquel triunfo significó el despegue hacia la conquista de nuevos títulos, que llegarían a lo largo de la década de los cuarenta y buena parte de los cincuenta, hasta llevarle a disputar dos liguillas de ascenso a la Tercera División Nacional, que no pudieron superarse, después de haberse proclamado campeón de Balears; la primera, la temporada 1949-50, ante los equipos catalanes, Manresa, España Industrial, Igualada y los valencianos Acero y Vinaroz. El segundo intento de ascenso se produjo en la temporada 1953-54, ante el Amposta y el Leganés.
Alineación del Poblense el pasado sábado en el partido ante el Santa Catalina.
Durante aquella década de los cincuenta surgieron y triunfaron un considerable número de futbolistas, considerados verdaderos ídolos por parte de la afición local y cuyos nombres sonaban en las tertulias futbolisticas de toda la isla: los hermanos Soler, Serra 'Tianet', Toni Cañellas, Toni Cladera 'Mandola', Guillem Bennàssar 'Culé', Pedro Mascaró, Miguelín, Cantallops, Urrea, Franch, Julián Mir (portero), Luisín, Terrassa y tantos otros, que llevaron al Poblense la cumbre, la gloriosa temporada 1958-59, en la que se consiguieron tres títulos regionales y el ansiado ascenso a la Tercera División Nacional, categoría en la que los blaugrana fueron más bien un equipo ascensor, hasta que a mediados de la década de los setenta llegara su consolidación .
La época dorada
Fueron las temporadas 1980-81 y 81-82 las que marcaron la etapa más gloriosa del Poblense. De la mano de Llorenç Serra Ferrer se consiguieron los únicos dos títulos de campeón que ostenta en la mencionada categoría de Tercera División, al tiempo que se lograba el celebrado ascenso a Segunda División B, en la que permanecería por espacio de siete temporadas consecutivas, hasta final de la temporada 1988-89. Fue un descenso anunciado ya que la situación económica del club era insostenible y hacía inviable seguir en la categoría de bronce.
La historia más reciente todavía permanece en la mente de los aficionados más o menos viejos del lugar. Desde aquel descenso, ni mucho menos traumático, el Poblense, como club, se siente orgulloso de ser uno de los pocos que, después de bajar de Segunda B, no haya caído a categoría regional. En estas veintiséis temporadas ha sido uno de los equipos punteros de la categoría, habiendo disputado, sin suerte, siete liguillas o promociones de ascenso. Estos ochenta años merecen una buena fiesta.
