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Vela

Homenaje a las joyas de Balears

El Club Náutico de Palma rinde tributo a Albert Torres, Toni Massanet, Marc Lladó, Javi González, María Bover y Clara Llabrés, campeones del mundo de clase 420

El entrenador del equipo (i), Pedro Marí, y los campeones de 420 a falta de Javier González.

Asimilar ser campeón del mundo es más complicado de lo que en un principio puede parecer. Esa era la sensación general del equipo de mallorquines que formaba la selección española de Team Racing de la clase 420 que se proclamó campeona del mundo el pasado domingo. El Club Náutico de Palma rindió su particular homenaje ayer a sus regatistas Albert Torres, Antoni Massanet, Marc Lladó, Javier González, María Bover -todos del club palmesano- y a María Llabrés, del Club Náutico S'Arenal.

Fue una jornada muy emotiva llena de sonrisas, discursos de agradecimiento y alegría. Los protagonistas no podían disimular su satisfacción de haber alcanzado el éxito y lo compartían con amigos y familiares que acudieron al acto. Tras unas semanas de duro trabajo, la recompensa fue la ovación de todos los presentes a los campeones cuando recibieron sus premios en una entrega dirigida por el director deportivo del recinto, Manu Fraga.

Uno de los factores que han marcado la diferencia a la hora de competir ha sido la confianza entre los miembros del equipo. Así lo comentan los regatistas. "Somos un grupo que ya hemos coincidido en varios campeonatos y ahora ya nos entendíamos bien. Ganar con todos los amigos pues es mucho mejor. La complicidad que hemos tenido ha sido clave", aseguró Marc Lladó.

"Poder ganar con los que son de mi club, es una sensación espectacular. La mayoría estamos navegando juntos desde hace seis años en clase Optimist para después cambiar a 420. Ir a un Mundial con gente de tu equipo ayuda mucho, nos hemos apoyado porque tenemos una buena relación", confirmó Albert Torres.

Este 'feeling' ha sido importante para superar momentos complicados. "Nos llevamos bien y nos entendemos. Hemos tenido discusiones, sobre todo el primer día de entrenamientos cuando no nos salieron las cosas, pero al final lo arreglamos todo. Nos hemos entendido muy bien y somos un equipazo. La clave ha sido el compañerismo y saber arreglar los problemas que tuvimos", explicó Clara Llabrés, regatista del Club S'Arenal.

"Tuvimos problemas en los entrenamientos y sí que había pique porque queríamos ganar, pero se solucionó. Había mucha confianza", añdió Javier González.

Tras pasar esos momentos complicados, llegó el momento de la verdad y el equipo cumplió de sobra con un reto que pocos esperaban. "Es muy difícil asimilar que eres campeón del mundo, es una alegría muy grande. Cuando llegó el último de nosotros, se me llenó el corazón de alegría y no podía expresar mis sentimientos. Son los frutos de un año de mucho trabajo", recordó Antoni Massanet. "Es algo que no nos esperábamos. Es el momento en el que tienes que dar y demostrar todo lo que has aprendido en un año y cuando te sientes más satisfecho", dijo María Bover.

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