Rafel Nadal volvió al Abierto de Estados Unidos con la firme voluntad de enmendar una temporada complicada a golpe de agresividad. "Jugando mal o jugando bien, tengo que jugar agresivo", aseguró.

Nadal, que no pudo competir el año pasado tras haber ganado en 2010 y 2013 el torneo, volvió con inseguridades tras los resultados decepcionantes en Cincinnati, Montreal y, sobre todo Wimbledon, pero aun así se impuso a su rival, el jovencísimo croata Borna Coric.

La agresividad en Nadal significa jugar los restos en la parte delantera de la pista y volver solo en contadas ocasiones a la parte trasera. "Solo me fui atrás en el momento en el que me sentía que estaba con el golpe de calor, estaba deshidratado. No tenía energía en ese momento, pero luego en el cuarto volví a restar delante", explicó con honestidad, pero quitando importancia a una constante fisiológica suya: "Yo siempre sudo mucho", dijo.

En cualquier caso, si bien Coric fue un rival digno, en la pista de Arthur Ashe ("la más complicada del mundo", según Nadal) el jugador de Manacor también se enfrentó a sus propios fantasmas del éxito pasado, de la fragilidad presente y de la incertidumbre futura. "Uno tiene que estar preparado, si no lo estoy ahora lo voy a estar en unos meses", se decía con convicción y mostró sus ganas de actualizar su juego. "No tengo las opciones que tenía antes. El juego ha cambiado, la gente juega más rápido, no especula, juega a cara o cruz todo el rato. Uno no puede ir en contra de lo que marca el deporte. Hay que ir con el deporte, es el camino a seguir. Tengo un camino, que es importante mentalmente, y voy a pelear para que tenga éxito", prometió.

"Ha sido un año duro, porque la oportunidad del 2014 no va a volver, es una oportunidad perdida, pero eso es parte de mi carrera también. He perdido algunas oportunidades en mi carrera pero, por otro lado, he hecho más de lo que esperaba", aseguró.

Nadal, de 29 años, se refugia en unos entrenamientos previos al torneo que la han dado "confianza y calma", cualidades que ponen a punto su cabeza que, por su tesón y persistencia, ha sido una de las claves que le llevaron a lo más alto. "Si soy capaz de mantener esos sentimientos aquí y en otros torneos, volveré a tener el éxito otra vez y me sentiré capaz de competir contra cualquiera en buenas condiciones", aseguró.

De Coric dijo que "subirá alto muy pronto" y de la renovación generacional, con cuatro menores de 20 años en el top 100, dice que "el mejor será el que sea capaz de mejorar más".