El sueño de superar la primera fase de un Mundial femenino se esfumó para España y para la mallorquina Virginia Torrecilla con una dolorosa derrota (2-1) ante Corea del Sur. El mejor estado físico de las asiáticas y el desacierto en ataque de las discípulas de Ignacio Quereda resultaron claves en el desenlace.

La selección femenina de fútbol respondió a la trascendencia del duelo en el Estadio Lansdowne de Ottawa, disputado en la madrugada del miércoles en España, ante el combinado surcoreano con fe, ambición y garra. Y buen juego. Todos los condicionantes que habían mostrado en los dos duelos anteriores, en el empate ante Costa Rica (1-1) y la derrota mínima con Brasil (1-0). Por desgracia para las españolas, también compareció el desacierto en el remate y un bajón físico qu epermitió a Corea del Sur remontar el inicial gol de la capitana Vero Boquete (minuto 29), que ponía a la selección en los octavos de final.

Volvió a ser titular la mallorquina Virginia Torrecilla. La centrocampista volvió a brillar con luz propia desde su posición de mediocentro, aportando equilibrio y sencillez al juego de una selección española que llegaba al área, pero a la que los errores en la finalización condenaban a sufrir.

Las de Quereda echaban en falta el acierto de Natalia Pablos y Sonia Bermúdez, las máximas realizadoras durante la fase de clasificación, así como la poca efectividad de Boquete.

Con el paso de los minutos, la precipitación de las jugadoras de la Roja, la falta de contundencia en defensa y el mejor fondo físico de Corea del Sur permitió a las asiáticas empatar al inicio del segundo periodo y ya en el tramo final, marcar el 2-1 que las metía en octavos y mandaba a España para casa, pese a los esfuerzos de Vero Boquete y de sus compañeras.

Así acabó el histórico debut de España en un Campeonato del Mundo absoluto de fútbol femenino, en el que también hizo su estreno la centrocampista Virginia Torrecilla. La mallorquina, primera balear en un torneo de este calibre y que la próxima campaña jugará en Francia, salió de titular en los partidos ante Brasil y Corea, en los que fue de las jugadoras más destacadas del equipo nacional.