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Solidaridad

Dos ángeles en Bunyola

Sara y Alba, dos jugadoras de voleibol, salvan la vida a Sebas Palmer, tècnico de baloncesto, que sufrió un infarto en la pista

Imagen general del pabellón municipal de Bunyola. Tony Tenerife

Sebas Palmer tendrá a partir de ahora otra fecha en su calendario de onomástica. Y es que el técnico ayudante del equipo cadete del ViuBàsquet Bunyola se desplomó en la tarde del lunes al inicio de la sesión de entrenamiento del conjunto de Guillermo Arbildi, justo cuando llevaba el carrito con los balones al centro de la pista. Un infarto fulminante le había dejado tendido sobre la pista, por lo que la tragedia se mascaba en el recinto municipal bunyolí. Hasta que aparecieron Sara Bals y Alba Mayol, jugadoras del Club Volei Bunyola, que estaban a punto de empezar su entrenamiento en una pista anexa, para salvarle la vida.

"Sin ellas no hubiera podido sobrevivir", explica convencido a DIARIO de MALLORCA Xavi Galiana, su entrenador en la Segunda Balear y que presenció la dramática escena. Una es enfermera y la otra Policia Local y desde el primer momento supieron qué hacer, aunque los nervios y la tensión del momento hicieron temer lo peor. "Sebas se desplomó y fuimos corriendo hacia el lugar en el que estaba. Sara y Alba le aplicaron enseguida el protocolo de primeros auxilios con las maniobras de reanimación porque respiraba con mucha dificultad", subraya. "Le abrieron las vías respiratorias con un boli porque allí no había nada más en ese momento", explica Galiana. "Llegó a perder el pulso porque estuvo en parada cardiorrespiratoria, pero a los pocos segundos lo recuperó", relata.

La Policía Local, avisada por los jugadores del sénior masculino del ViuBàsquet, llegó a los cinco minutos con un desfibrilador, lo que facilitó el trabajo porque en el pabellón no había ninguno. Sebas no reaccionaba, por lo que la decisiva intervención de Sara y Alba fue clave para ganar tiempo hasta que la ambulancia se lo llevó a Son Espases unos quince minutos después.

El presidente del ViuBàsquet, Miquel Ballester, que además es amigo personal de Sebas y con el que jugó a baloncesto en el CIDE, se felicita porque, aunque está estable dentro de la gravedad en la UCI, esto se va a quedar en un monumental susto. Además, todo fue presenciado por Iván, el hijo de Sebas. "Tiene 14 años y juega en el cadete, donde su padre ayuda, y mostró una entereza más propia de un adulto que de un niño de su edad, preguntando a los médicos que atendían a su padre a pie de pista cuál era el estado de salud de su progenitor. Todavía me sorprendo cuando lo pienso", afirma afectado Ballester, que lanzó también un mensaje de optimismo. "Las primeras 24 horas eran críticas.

Sebas lo ha superado, y ahora solo queda ver cómo despierta", afirma antes de agradecer públicamente a Sara y Alba su gesto. "Lo que tengo muy claro es que si ellas no hubiesen estado allí, no sé si Sebas hubiera llegado al hospital", destaca emocionado.

Un milagro gracias a los conocimientos de dos mujeres que jamás pensaron que se verían en esa angustiosa situación cuando aquella tarde solo quería pasarlo bien jugando a voleibol. Son los ángeles del Bunyola y, ahora también, los de Sebas Palmer.

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