Nueva mancha en el deporte base de las islas. En esta ocasión ha sido el baloncesto quien ha vivido un nuevo episodio negro. Un árbitro de baloncesto y su asistente de mesa fueron agredidos al término del encuentro de Júnior Femenino que se disputó el pasado sábado en el pabelón Guillermo Timoner de Felanitx y que enfrentaba al conjunto local, el Joan Capó, y el Bàsquet Manacor.

Al finalizar el choque, según la versión de los afectados, los padres del equipo de casa se dirigieron a ellos a la entrada del polideportivo, en donde, según relataron a este diario, estaban esperando al colectivo arbitral.

Los árbitros declararon que fueron insultados a su llegada pero que la trifulca no acabó allí, ya que un padre agarró del cuello al colegiado, Óscar Zurera, y le propinó un puñetazo; entonces, el árbitro intentó defenderse respondiendo con otro puñetazo.

En ese momento, según añadieron, varias personas se abalanzaron sobre el joven y le siguieron golpeando. La asistente de mesa, Isabel Bonnín, actuó en ese momento en defensa de su compañero, cuando, presuntamente, otro implicado en la trifulca la agarró y la tiró en el suelo. Finalmente, el colectivo arbitral pudo salir del recinto y se dirigió a la Clínica Juaneda de Palma. Allí se descartó una lesión grave del colegiado, al que se le diagnosticó un fuerte golpe en la nariz -posible fractura- y un hematoma en la zona ocular. La anotadora salió peor parada que su compañero y padece un esguince en la muñeca, además de un golpe en el muslo y en la cabeza.

Este vergonzoso episodio fue presenciado por menores de edad, entre ellos las jugadoras del partido que acababa de dirigir Zurera y de otras categorías, que, al parecer según la versión de los afectados, animaban a sus padres mientras agredían a los árbitros.

Desde el Club Bàsquet Joan Capó se explicó a este diario que "un espectador esperó, increpó y agredió al árbitro" al término del partido, mientras que "en estos momentos de tensión la anotadora sufrió una caída de manera fortuita". Desde el club matizan que hubo un único agresor y que no se trataba de un padre de las jugadoras, sino de un simpatizante. Además, añaden que "los padres intentaron de manera activa evitar la agresión".

A raíz de este incidente calificado de "incívico", la directiva del club felanitxer convocó ayer una reunión de urgencia para tratar el tema y en la que decidieron vetar al ya identificado agresor a todos los partidos y actos que realice la entidad.

Partidos a puerta cerrada

Por otro lado, si éste hace acto de presencia, el Joan Capó se compromete a suspender el encuentro. Además, la directiva de la entidad felanitxera acordó disputar todos los partidos del club previstos para la próxima semana a puerta cerrada, así como todos los del Júnior Femenino hasta final de temporada.

Con el objetivo de que no vuelvan a suceder tales incidentes, el club iniciará una campaña de concienciación contra la violencia, tanto verbal como física -acciones que condenan "de manera enérgica"-, para jugadores, familiares y simpatizantes.

Desde el club manifestaron que se sienten "avergonzados y tristes" porque "un hecho aislado ensucie la imagen de un club con 35 años de historia" y sentencian que acatarán "categóricamente las medidas que determine el Comité de Disciplina".