­No hay manera. No hubo quinto malo, y el Opentach Pla continúa sin saber lo que es ganar un partido. El sábado, en el pabellón de ´San José´ de Guadalajara, las alarmas se encendieron -y con razón- ante el paupérrimo partido protagonizado por el quinteto balear. Que un conjuto como el CEBA, apañadito para la categoría y poco más, deje al Opentach en tan solo 50 puntos deja bien a las claras que algo pasa en el conjunto de Marratxí.

Siendo ya historia el fatídico virus que dejó fuera de combate a más de media plantilla, el bálsamo de la victoria no llega. Y en el deporte de la canasta, las urgencias también aprietan, por lo que el próximo encuentro frente al Zornotza Saskibaloi se presenta ya como toda una final. Todo lo que sea no vencer al conjunto de Amorebieta podría precipitar los acontecimientos en el seno del Básquet Pla, pese a que la figura del técnico Toni Martorell sigue estando en buena consideración. Cabe recordar que, aparte de máximo responsable del primer equipo, es también el coordinador del club. Pero, si los resultados no acompañan, la cuerda siempre se rompe por el lado más endeble.

Estadísticas desconcertantes.

Si bien en las dos últimas jornadas, el balance de puntos a favor del conjunto es pobre -55 de media entre los dos partidos-, la realidad es que hasta entonces, los del Pla de na Tesa, pese a las derrotas, demostraban una encomiable capacidad anotadora, con dos nombres propios: el base Joan Riera, hasta el pasado sábado MVP y máximo anotador de la categoría, y el pívot valenciano Albert Ausina, que sigue mostrándose como el ´carpanta´ del rebote en la LEB Plata.

Pero, la presencia de estos dos ´jugones´ no es suficiente para que el equipo consiga sumar. Dos prórrogas perdidas, un último minuto mal jugado, un partido marcado por el virus ... y ahora el batacazo en tierras alcarreñas dejan en evidencia otras estadísticas: la endeblez de su defensa -son los que más puntos encajan, con un debe en su contra de 81´8 puntos por partido, con la curiosidad de ser el equipo que más tapones recibe por partido (4´4). Un dato que podría pasar por anecdótico, pero que no esconde la realidad de un equipo que pese a tener un promedio correcto de rebotes capturados -36 por partido- chirría mucho en su juego interior. Albert Ausina hace su trabajo, ayudado por Ridge McKeither y Matt Jonson (jugadores más exteriores que interiores). Diferente es el caso de Andrew Osehmen. El joven pívot norteamericano no acaba de acoplarse al baloncesto europeo, cuenta con poco protagonismo sobre la cancha (9´25´´ por partido) y su aportación tanto en puntos (2´2 p.p.) y rebotes (3 p.p.) es del todo punto insuficiente para lo que se le ha fichado. Tampoco se libra el perímetro del Opentach. Berto García, con solo 1´8 puntos anotados en sus 16 minutos de media en cancha, no está precisamente mostrando su mejor versión.

Y si a todo ello se suma un bloque veterano en sus piezas claves -aunque eso no es excusa- como son los casos del propio Joan Riera, Sergio Rodríguez, Goyo Domínguez y Albert Ausina, y las lesiones que están padeciendo piezas significativas como Carlos Sanemeterio y Goyo Domínguez -por citar a los dos últimos casos- tendremos como resultado final de la ecuación al actúal vicecolista de la categoría junto con el Canarias Academy, cuyos números son en algunos apartados sonrojantes. La diferencia es que el Opentach cuenta con matería prima y experiencia para dar y regalar en esta competición. Solo falta que de una vez por todas lo demuestren.