La seleccionadora española, Esther Jaumà, no ocultó su esperanza de que Marga Crespí, después de su experiencia profesional en el Circo del Sol, decida regresar con el equipo nacional. "Entiendo que quiere probar otras cosas y esta propuesta es muy atractiva, ya que es tener una vida profesional ligada al deporte de otra manera, además de estudiar otro idioma y vivir en dos países como Canadá y Estados Unidos. Eso es muy interesante por su edad, pero si quiere volver a la alta competición, si después de todo tiene ganas tendría las puertas abiertas. Espero que los Juegos de Río de Janeiro sean un reclamo importante y quizá, con un poco de suerte, recapacita y la podemos volver a tener con nosotros", explicó ayer en Palma, donde se desplazó desde Barcelona para asistir al acto de despedida de la mallorquina.

Jaumà, que cogió las riendas del combinado después de los Juegos de Londres en 2012, en sustitución de Anna Tarrès, lamenta la marcha de Crespí, a la que calificó como uno de los referentes de la selección. "Perdemos una de las columnas vertebrales del equipo, que sustenta al equipo tanto en entrenamientos como en competiciones y en el día a día. Es una baja muy importante que será difícil de sustituir, no podemos hacer otra cosa que apoyarla, ya le he dicho que tiene las puertas abiertas para volver", reiteró la catalana.

La entrenadora fue más allá en su argumentación. "Aportaba madurez, ganas de trabajar, era muy seria en los entrenamientos y siempre se lo ha tomado todo con la mayor profesionalidad, desde la 8 de la mañana a las 8 de la noche. Era una pieza fundamental del equipo", apuntó. Jaumà confesó que le preguntó a Crespí si abandonaba por algún problema en la selección. "Cuando me lo dijo, hace unos meses, fue un golpe fuerte. La pasada temporada fue muy dura para ella porque estuve seis meses parada por la lesión y sé que le costó trabajar. Quería estar segura de si esta decisión de dejarlo no era por el último año y me dijo que llevaba desde los Juegos planteándoselo, por lo que estos dos años han sido un regalo, podría haberse ido en 2012. Además de una deportista grandísima, es una gran compañera", dijo.

De hecho, la preparadora asegura que sus pupilas están tristes por el adiós de Crespí. "Porque llevan muchos años con ella y la echarán de menos, sobre todo las más veteranas. Marga ha abierto un camino también con lo del Circo del Sol", concluyó.