­Marc Márquez, con su Repsol Honda RC 213 V, sumó ayer su octava victoria consecutiva, a pesar de todos los incidentes e inclemencias meteorológicas que rodearon al desarrollo del Gran Premio de Holanda de MotoGP en el circuito de Assen.

Un cúmulo de factores negativos que pasaron factura especialmente a Jorge Lorenzo y su Yamaha, decimotercero en meta, acusando y admitiendo su falta de valor para correr sobre mojado. Víctima de los recuerdos de su caída del año pasado en Assen, que le terminó costando el Mundial.

Y es que el piloto mallorquín terminó admitiendo que no tuvo "el valor suficiente" para seguir el ritmo del resto de sus rivales debido al "miedo" de que le ocurriese algo como la caída del año pasado, en la que se fracturó la clavícula izquierda y corrió con intenso dolor, aceptando su "culpa", porque la moto ha ido "perfecta".

"Hay que ser honesto, conmigo mismo y con el equipo y los fans, y aceptar las culpas. La moto ha ido perfecta, tanto en agua como en seco, pero quizás por la caída que tuve el año pasado o quizás porque no estoy luchando por el Mundial tenía más miedo que otros pilotos. No he querido arriesgar, no quería caerme y ha sido completamente mi culpa", declaraó Lorenzo a Movistar TV.

Guerra de estrategias

El mallorquín, en todo momento muy autocrítico, reconoció que le faltó "valor". "No sólo en Mugello he luchado por la victoria, también en Catar, hasta que me caí. En Montmelló tuvimos algunos problemas. En este momento no estamos mal en seco, pero por la caída del año pasado, donde creo que fui muy valiente, quizás algo histórico, este año ha sido lo contrario. No he tenido el valor suficiente para ir al ritmo de los demás", admitió con crudeza.

"En otro circuito, en otras condiciones, hay que poner un poco más de valor y estar más vivo. En seco vamos por el buen camino. Poco a poco vamos mejorando la moto y yo voy mejorando físicamente", concluyó Lorenzo .

La carrera volvió a ser otra guerra de estrategias, pues en la vuelta de formación volvió a llover. Se retrasó unos minutos la salida y comenzó la lucha de tácticas.

Al apagarse el semáforo Andrea Dovizioso, con una Ducati, tomó la delantera, pero en apenas un par de curvas Marc Márquez se colocó al frente de la carrera, secundado por el italiano y por el poleman, Aleix Espargaró.

Con un ritmo consistente y cada vez más rápido, tanto Márquez como Dovizioso se escaparon de sus rivales, seguidos por Aleix Espargaró y Dani Pedrosa.

El circuito comenzó a secarse, lo que hizo que en talleres empezasen a preparar motos con los neumáticos de seco. Márquez y Dovizioso no lo dudaron y entraron en la séptima vuelta.

Susto del líder del Mundial

El líder del Mundial tuvo un susto importante con su moto y Dovizioso se le marchó mientras él regresaba a la pista en quinto lugar, aunque en apenas dos vueltas volvía a estar segundo.

Y de los más de cuatro segundos en la novena vuelta que le llevaba Dovizioso, empezó a restar décima a décima hasta la decimosexta vuelta. El giro en el que Márquez se puso al frente de la carrera, dentenciando la prueba cuando se escapó ya de forma definitiva de Dovizioso y Pedrosa .

La remontada de Rossi se acabó en la quinta plaza, al encontrarse Aleix Espargaró ya demasiado lejos como para alcanzarlo en las poco más de ocho vueltas que quedaban para la conclusión de la prueba.

Nuevo triunfo inapelable de Marc Márquez, octavo consecutivo, capaz de ganar en cualquier tipo de condición, por delante de Andrea Dovizioso y Dani Pedrosa.