El español David Ferrer espera al brasileño Thomas Bellucci en los cuartos de final del Abierto de tenis de Río de Janeiro, después de que ambos ganaran hoy sus respectivos encuentros de segunda ronda.

Ferrer, segundo cabeza de serie en Río, derrotó al argentino Federico Delbonis en dos sets, con parciales 7-6(2) y 6-1 en una hora y 26 minutos, en la pista central del Jockey Club Brasileño.

Delbonis llegó a levantar tres juegos en contra y cuatro bolas de set en la primera manga para forzar el 'tie break', pero luego el español liquidó el partido con solvencia y rapidez.

El tenista de Jávea se jugará el pase a la semifinal contra el último brasileño en competición, Thomaz Bellucci, quien hoy ganó contra pronóstico al argentino Juan Mónaco, séptimo cabeza de serie.

Bellucci se está acostumbrando a las remontadas en el Abierto de Río y ya suma dos seguidas, siempre arropado por la apasionada afición brasileña.

El brasileño perdió hoy la primera manga por 6-4 y después se llevó las dos siguientes por un doble 6-3 anulando el juego del argentino.

En su mejor momento del partido, Bellucci ganó los cuatro primeros juegos del tercer set, con dos quiebres consecutivos a su adversario, que fueron decisivos para decidir el choque.

Otra llave de cuartos de final fue definida hoy, la que pondrá cara a cara a los españoles Tommy Robredo y Pablo Andújar, que sellaron su clasificación a esa fase por diferentes vías.

Robredo, cuarto favorito, tuvo un partido fácil (6-2 y 6-1) contra el serbio Dusan Lajovic, quien llegó a través de la fase de clasificación.

Mientras tanto, Andújar, el octavo cabeza de serie en Río, se clasificó sin necesidad de jugar su partido de segunda ronda por el abandono de su rival, el eslovaco Martin Klizan, debido a unos dolores abdominales, según informó la organización.

El gran favorito del torneo, el español Rafael Nadal, juega mañana su partido de segunda ronda contra su compatriota Albert Montañés.

El Abierto de Río es un ATP 500 que reparte 1,3 millones de dólares en premios y se disputa en las pistas de tierra batida del Jockey Club Brasileño, un hipódromo situado a los pies de la montaña del Corcovado, coronada por la estatua del Cristo Redentor.