Tomeu Salas, un referente del fútbol mallorquín, exjugador del Constancia y Mallorca entre otros, murió en la tarde del pasado domingo, y con él la condición de jugador más veterano de la Primera división española. Ignacio Eizaguirre, de 92 años, lo es ahora.

Salas se vio obligado a interrumpir su carrera futbolística por la Guerra Civil. La reanudó tras el servicio militar en Torremolinos, en las filas del Malacitano. En 1940 volvió a su isla natal para fichar en Inca por el Constancia que, tras cuatro temporadas con Salas en la defensa, consiguió ascender a Segunda división.

El Hércules se fijó en él. Tras pasar un tiempo en el equipo alicantino, cruzó de nuevo la Península para unirse a las filas del Celta de Vigo, donde se quedó tres años hasta que recibió una oferta del Murcia, donde invertiría tres años más. Con 33 años fichó por el Mallorca. Allí se quedaría cuatro temporadas, hasta que decidió retirarse en el Soledad.