El Ajuntament de Palma cierra temporalmente, y porque no puede mantenerlas (parlant clar ens entendrem) la piscina de Son Roca. Y también la de Sant Jordi, caso éste que es (particularmente) grave, ya que en ella mejora sus condiciones de extraordinaria nadadora mi nieta Nerea. Cierran también la piscina externa de Son Hugo, y reducen los horarios de las de Son Ferriol y s´Estel. En Son Servera también han decidido tomar medidas. Y en Sóller, cuyo ayuntamiento està més pelat que un jonc, y pese a que su alcalde, Carlos Simarro, va de millonetis, un día cualquiera -de un año cualquiera- también llegará el Tío Paco con las rebajas. Así está el panorama.

Falta de previsión. Las planificaciones llevadas a efecto con mentalidad de nuevos ricos (que no éramos), se están volviendo en nuestra contra. No sólo es construir. La lógica dice que antes se debe estudiar cómo debe y puede mantenerse una infraestructura. Pero no se hace. La prueba más evidente la tenemos en los mencionados cierres de instalaciones deportivas. Y por si no bastara, ayer se me pusieron los pelos como escarpias al leer que mantener ¡paralizadas! las obras del Palacio de Congresos cuestan casi 600.000 euros mensuales. Una cifra que es posible deje indiferentes a algunos, ya que no viene de unos miles de euros más o menos. Pero no será lo mismo si digo que estamos hablando de cien millones de las antiguas pesetas. Inconcebible.

No escarmentamos. Pues bien, con la que cae, lo que ha conducido al comentado cierre de piscinas, el otro día leí que la gente que manda (?) en el Consell de Mallorca ha tenido la irresponsabilidad de aprobar una partida de 179.541.78 euros como parte de la subvención para la construcción de una piscina pública en Bunyola. Y nosotros, con estos pelos. Nos han cogido con el paso cambiado. Estoy por asegurar que maldita la gracia que (imagino) habrá hecho al gobierno municipal bunyolí una subvención que, imagino, se solicitó en tiempos de vacas más metidas en carnes, y no tan flacas como ahora. Vamos, que quiero pensar que la gente del Consell les ha hecho una grandísima faena, ya que el consistorio bunyolí debe aportar nada menos que 119.694.53 euros al presupuesto para la partida correpondiente a este año. O sea, que quasi res.

Pero eso no es todo. También con la que cae -corrupción, crisis, paro, etcétera-, la pepera Carolina Torres hace unos días perdía el tiempo haciendo una moción en el Parlament sobre la situación del podenco ibicenco. Si tenemos unos políticos que no los merecemos.

UN HISTÓRICO EN EL TONI SERVERA. El histórico Askatuak donostiarra se enfrenta hoy al Palma Air Europa en calidad de visitante, en s´Arenal. No quiero hacer pronósticos porque el otro día la pifié, pues aún cuando me mantengo que el Castellón era un caramelo, debo admitir que los caramelos a veces se atragantan. ¡Ah!, se me olvidaba. Mi amigo Josean Querejeta ha destituido a Dusko Ivanovic en el Caja Laboral. ¿Siguiente?