El Atlético Baleares ya es una Sociedad Anónima Deportiva (SAD) de pleno derecho. Ayer se formalizó con la celebración de la primera Junta General de Accionistas en la que, de acuerdo con el único punto del orden del día, se nombró a los órganos de administración y representación de la sociedad. Ahora un notario dará fe de lo acordado y luego será inscrita en el Registro.

Este formalismo registró pocas novedades en cuanto a los nombres que regirán el club a partir de la conversión en SAD. El nuevo organigrama lo capitaneará el que ha sido máximo mandatario del club blanquiazul en los últimos años, Fernando Crespí, que ocupará el cargo de presidente y consejero delegado. Para la vicepresidencia ha sido nombrado Tomeu Salas, mientras que la secretaría la ocupará Antoni Bennássar. Además se han nombrado tres consejeros: Daniel Fiol, Joan Lluís Vives y Dusan Kopedak, éste último vinculado a la familia del máximo accionista del Atlético Baleares, Bartolomé Cursach.

En unos seis meses está previsto que se celebre una nueva asamblea para ratificar los mencionados cargos que, a las espera del registro y del alta en el Consejo Superior de Deportes, están de manera provisional.

El empresario Antonio Horrach Moyá, que era uno de los llamados a ser una de las novedades en el nuevo organigrama blanquiazul, dándole el toque de frescura e ilusión a la cúpula mandataria, al final ha descartado esta opción. Horrach no ha querido figurar como titular de un cargo representativo del club.

El expresidente de los hoteleros mallorquines quiere ayudar a este nuevo Atlético Baleares desde su condición de tercer accionista mayoritario, pero siempre de puertas para adentro.