Rafa Nadal se mostró optimista de cara a la gran final de Roland Garros, segundo 'grande' de la temporada, en la que se verá las caras este domingo con Novak Djokovic, pero al mismo tiempo reconoció que "será un partido difícil" por la "temporada tan fantástica" que está haciendo el serbio.

"Él es el número uno. Será un partido difícil para mí; espero que para él también lo sea. Daré lo mejor de mí, como cada día, pero debo respetar a mi rival, que me ha derrotado muchas veces", indicó el número dos del mundo.

Nadal, que el domingo puede sumar su séptima corona consecutiva en la capital francesa, no se atrevió a pronosticar un resultado para la final, pero reiteró que hará todo lo que esté en su mano para vencer al número uno.

"Estaré ahí peleando cada pelota. No podemos predecir qué va a pasar. Él está jugando con confianza y está jugado agresivo; tengo que jugar mi juego, tratar de mantenerme jugando de la misma manera que lo estoy haciendo", afirmó.

El manacorí explicó cuáles serían las claves para hacerse con la victoria. "Jugar bien, ser agresivo, llevar el ritmo. Hay que hacerle sentir incómodo, ser capaz de defender con pelotas muy profundas, tener un buen servicio... Pienso que el resto llega solo", aseguró.

Además, insistió en que no existe ningún tipo de presión especial por haber cosechado seis triunfos en la arcilla parisina. "La presión es la misma cada día. Tengo mucha motivación por tratar de ganar este torneo; no porque sea el séptimo, sino porque es Roland Garros, pero la presión es la misma que en cualquier otra final", zanjó.