El Mallorca B no pudo superar la visita del conjunto valenciano del Olímpic de Xàtiva, uno de los mejores equipos que ha pasado por la Ciudad Deportiva, en una matinal auténticamente veraniega y que dejó al final del encuentro a un conjunto filial muy lejos de luchar por un puesto en la liguilla.
El equipo local, que una vez más acabó con un hombre menos sobre el terreno de juego por la expulsión del defensor Biel Company, vio cómo dicha inferioridad numérica condicionó la posible reacción del conjunto nodriza.
En cuanto al partido, decir que éste fue controlado de principio a fin por el equipo de Toni Seligrat.
Yeray, con dos grandes intervenciones de salida, evitó sendos goles de Quintana y Da Silva en los primeros minutos de partido.
Los valencianos, un equipo muy hecho, con oficio, rocosos atrás pero que saben jugar el esférico, dominaba el partido fiel a su estilo. Su goleador, el uruguayo Da Silva iba coleccionando remates sobre el marco de Yeray hasta que en el minuto 29 remató con la testa, solo y desde el punto de penalti un centro desde la banda derecha de su compañero Ramón Pallarés.
La respuesta local al gol encajado fue un duro disparo del canario Aridai al que Francis repelió con una gran estirada, evitando el 1-1. El partido seguía vivo. Los valencianos no se cerraban ni se conformaban con la mínima ventaja. De hecho, antes del descanso Da Silva pudo aumentar la diferencia en el marcador. Lo evitó el de siempre, Yeray Gómez. Y antes de llegar al intermedio, Abdón Prats tuvo una doble oportunidad que repelió in extremis el cancerbero visitante.
Tras el descanso, los hombres del Nanu Soler salieron en busca de la igualada. Aridai y Company lo probaron, pero sus remates se fueron fuera por bien poco. Y cuando mejor lo hacía el filial rojillo, llegó la expulsión de Company tras entender el colegiado del partido que el defensor se tira a la piscina en una acción personal dentro del área visitante.
Su ausencia dejó las aspiraciones locales solo en eso, aspiraciones, ya que el Olímpic solo se preocupó en mantener la diferencia en el marcador y llevarse merecidamente los tres puntos.
