­"¿A quién se lo hemos quitado? Cuando nos dijeron que venía de un colegio, no me lo podía creer. Es un chollo". Estas palabras pronunciadas el pasado verano por Manolo Rubia, director deportivo del Unicaja de Málaga, todavía indignan a la directiva de la Asociación Deportiva La Salle, que reclama desde agosto una indemnización como compensación por los derechos de formación de Álex Abrines, que militó en su club desde pre-mini –los cuatro años– hasta 2010, cuando cogió las maletas rumbo a la Costa del Sol. "Solo reclamamos lo que la Ley del Deporte dice que es nuestro. Esto crearía un precedente", afirmó ayer contrariado a DIARIO de MALLORCA el gerente de La Salle, Íñigo Pacheco.

?No han esperado a que sea la sensación de la Liga Endesa para solicitarlo ya que hasta en tres ocasiones han tocado a la puerta de la Federación Española sin suerte. "No nos hacen ni caso", subrayó el dirigente, que asegura desconocer a cuánto ascendería la cifra. "Se basa en que su Reglamento General y de Competiciones fijó los criterios para el cálculo económico de esa compensación con posterioridad a la incorporación de Abrines al Unicaja", añadió. Y según La Salle este organismo se equivoca. Este derecho está reconocido desde 1991 a través de un Real Decreto en el que se establece que las Federaciones, a través de sus Reglamentos, de forma imperativa ("deberán") y no dispositiva, como se mantiene en el escrito de la Española, tendrán que recoger medidas de protección y apoyo a los clubes que formen deportistas. "La FEB lo único que hace es fijar unos criterios de obligada aplicación desde ese momento. La Federación estaba obligada a adoptar esas medidas de protección y apoyo. La inactividad de la Federación no puede perjudicar, precisamente, al club pequeño a favor del grande y no se puede escudar en que los criterios de cálculo económico se fijaron más tarde", concluyó.