"Los españoles no ganamos por casualidad, eso es cierto. Apuntad las claves de nuestro éxito: talento, esfuerzo, perseverancia y humildad". Ésta ha sido la respuesta que ha dado Pau Gasol en Twitter a los responsables de los guiñoles de Canal + tras sus vídeos en los que indirectamente acusan de dopaje a los deportistas españoles.

Y es que estos vídeos han enfurecido al deporte español. La Federación Española de Tenis (RFET) ya ha anunciado que denunciará a los responsables del canal por el vídeo sobre Rafa Nadal.

El presidente de la RFET, José Luis Escañuela, justificó la demanda en el hecho de que "ha llegado el momento de poner ciertos límites". "Llegar a alcanzar el estatus que ahora mismo tiene el deporte español no es ningún regalo. Lo que se ha conseguido se ha logrado en buena lid y no podemos permitir que nadie nos lo arrebate", indicó.

Para Pepu Hernández, exseleccionador y actual técnico del Asefa Estudiantes, se trata de una "broma de mal gusto".

"Se está poniendo un punto más de presión sobre el deporte español. ¿Cómo no se va a mirar al que gana?. No es porque haya ningún motivo", apuntó Pepu, quien consideró que quizá sea el precio que "tienes que pagar por el éxito por estar en primera línea".

Los responsables de los guiñoles franceses, por su parte, defienden su derecho a la caricatura y la sátira. "Los responsables del programa no entran en polémicas, porque si lo hicieran no pararían, cada día hay gente descontenta con sus parodias", indicó a Efe un portavoz de Canal +.

Agregó que el programa de "Los Guiñoles" busca "la sátira, la caricatura" y que en ese trabajo la televisión les da "libertad absoluta" de creación. "La caricatura es una tradición francesa y los Guiñoles lo hacen desde hace muchos años", agregó.

El portavoz recordó que en el pasado deportistas franceses también han sido objeto de sus dardos envenenados, como pone de manifiesto una famosa parodia sobre el ciclista Richard Virenque en medio del escándalo de dopaje en torno al equipo Festina.

En ese "gag", el corredor era picado por un mosquito que, tras absorber su sangre, mostraba actitudes excepcionales.