­El Manacor acabó goleado en el Camp d´Esports de Lleida después de un aceptable primer tiempo y un pésimo segundo en el que se hundió de manera espectacular tras soportar un cúmulo de adversidades que le dejaron con nueve jugadores en el último cuarto de hora y totalmente a merced de un Lleida que, la verdad, tampoco quiso ensañarse ante un rival sin punch.

En el primer tiempo, el Manacor consiguió sorprender a su rival con un 4-4-2 presionante que no le dejó capacidad de reacción a los ilerdenses, que tuvieron dos serios avisos en el minuto 12, con un remate de Mut, que salió por encima del larguero, y otro en el minuto 18, de Llull en un semifallo que envió el balón fuera cuando ya se cantaba gol.

En cambio, el Lleida, desmostrando que ahora está en racha positiva, consiguió inaugurar el marcador en la primera ocasión de la que dispuso. En el minuto 20, una falta de Abel sobre Asier Eizqguirre fue lanzada por Casquero al segundo palo, peinó Asier, y David Giménez colándose entre la defensa visitante batía de disparo cruzado al guardameta Gaspar.

Aún tuvo el Manacor una última ocasión en una falta de Verdú a Mut que Barbón, el más peligroso de los jugadores visitantes, lanzó fuera rozando la cepa del poste. A partir de aquí, el juego se endureció con constantes fricciones entre los jugadores para desembocar en el minuto 39 en una monumental tangana, tras una falta de Abel a Canario, en el que participaron jugadores, suplentes y miembros de ambos banquillos.

Tras el descanso, se enfriaron los ánimos y se pudo ver algo más de fútbol, aunque en la primera jugada cambió el rumbo del partido. Campins derribó a Imaz al borde del área, y vio su segunda cartulina amarilla, quedándose el Manacor con diez. Esta expulsión la acusó, y mucho, el equipo visitante que a partir de entonces se limitó solo a defenderse, dejando enormes especios que aprovechó el Lleida para plantarse en los dominios de un inspirado Gaspar.

Y por si el Manacor no tuviera suficiente, en el minuto 75 el árbitro decretó como penalti un agarrón de Rafa a Ballesteros, que le supuso el roja directa. El penalti fue transformado por Verdú, y con el 2 a 0 y con nueve jugadores el Manacor bajó los brazos y quedó a merced del Lleida.