El peor momento parece que ha elegido el Mallorca para visitar el Camp Nou. Le espera a los hombres de Caparrós un equipo herido en su orgullo, blanco de las críticas por el empate sin goles ante el Sevilla hace siete días y por su pírrica victoria en Granada el pasado martes. Acostumbrado a resolver sus partidos por goleadas, a la que el equipo de Guardiola deja de marcar siente la presión mediática, preferentemente de Madrid, que, ahora sí, presume de un Real Madrid pletórico.

El técnico del Mallorca es consciente de las dificultades que se va a encontrar esta noche. Le hace gracia la supuesta crisis del Barcelona y sabe que, juegue quien juege –siempre liderado por el indiscutible e intocable Messi–, el vigente campeón de Liga y de Europa es capaz de hacer un traje al más pintado.

Sergio Tejera ha sido el principal daminificado por la derrota del pasado miércoles ante el Sporting. De titular ha pasado a no ir ni convocado. El media punta catalán fue el primero en admitir que hizo un mal partido ante el conjunto de Preciado. Y Caparrós le ha dado la razón. Su ausencia permitirá al técnico de Utrera plantear un partido quizá más defensivo del que tenía previsto. La buena noticia es que recupera a Zuiverloon en el lateral derecho tras superar su lesión y, sobre todo, a Chico de central, por lo que Joao Víctor volverá al banquillo después de su desafortunada actuación frente al Sporting. En el centro del campo, ausente Pina por acumulación de amonestaciones, volverá Martí, que formará doble pivote con Tissone. Pereira y Castro repetirán en las bandas y Nsue por detrás de un Hemed que puede pasarse todo el partido sin tocar el balón.

El equipo sabe que tiene mucho a ganar y nada que perder. Las diferencias entre uno y otro equipo, hoy por hoy, son abismales. Los más optimistas se aferran al empate a un gol del pasado año, partido al que, como ahora, el Mallorca llegó en calidad de víctima.

Líneas juntas

La táctica de Caparrós no diferirá mucho de la de la mayoría de sus colegas, dos líneas de cuatro muy juntas con el objetivo de dejar los menos espacios posibles. Nsue, que seguramente será un centrocampista más, y Hemed, estarán para incordiar a la defensa azulgrana, liderada por un Victor Valdés que acumula 697 minutos sin encajar un gol y que da una idea de las dificultades con las que se va a encontrar el Mallorca en su objetivo de superar a la defensa azulgrana. Valdés, tres veces trofeo Zamora, puede quedarse al término del partido a 37 minutos de igualar el récord de imbatibilidad, que continúa en poder de Miguel Reina, padre del actual guardameta del Liverpool, con 824 minutos sin encajar un gol.

Las bazas del Mallorca son escasas. Un golpe de fortuna y jugar con el supuesto estado de ansiedad de su rival. En los últimos partidos no ha visto puerta con facilidad. Además, a Messi se le ve sin chispa y perdiendo más balones de los que en él es habitual. Posiblemente por eso le convierte en un futbolista todavía más peligroso para esta noche. Estar escuchando toda la semana que él y el equipo han entrado en crtisis puede despertar a la ´bestia´ para desesperación de un Mallorca al que solo le faltaría que volviera la mejor versión de Messi.

El trabajo de Caparrós desde el día después de la derrota ante el Sporting ha sido la de recuperar anímicamente a sus jugadores. Fue ayer por la mañana, a puerta cerrada, cuando en realidad el técnico andaluz ha preparado tácticamente con sus hombres el partido de esta noche para intentar lo que sería una campanada. Y es que el Barça no ha encajado todavía ni un gol jugando como local y todavía se mantiene invicto en la competición, pese a que ha cedido tres empates que le han relegado a la tercera plaza, tras el sorprendente Levante y el Madrid. Espera un partido de ataque y gol por parte azulgrana y de resistencia rojilla, 90 minutos que se le pueden hacer muy largos.