El Real Mallorca a su Liga para recibir esta noche al Sporting de Gijón. La envergadura del Valencia y del Atlético de Madrid, y la dificultad que entraña jugar en el Reyno de Navarra, fueron una buena coartada para dar por buenos los empates cosechados, pero jugar en casa y ante un rival directo por la permanencia obliga a los bermellones a sumar los tres puntos.

Joaquín Caparrós ya acumula días de entrenamiento como para tener la maquinaria engrasada a su gusto, por mucho que apenas ha habido tiempo para descansar después de jugar ante el Calderón, donde el Mallorca se vio obligado a un enorme desgaste físico para defender el gol anotado por Hemed en el primer minuto. Un ejercicio de contención de 89 minutos que permitió sacar un punto.

Los resultados de la ´era Caparrós´ son buenos, pero el juego del equipo despierta dudas. El utrerano lamentó que su equipo no hubiera sido capaz de dar tres pases seguidos en el Calderón, y queda todavía por aprobar la asignatura del gol. El Mallorca ha anotado cuatro de sus siete tantos de penalti porque ocho jornadas después sigue siendo un equipo ramplón ante la portería rival.

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