La pasmosa facilidad con la que Hemed lanza los penaltis le está saliendo muy rentable al Mallorca. El delantero israelí marcó ayer su cuarto tanto consecutivo desde los once metros en los últimos tres encuentros, un acierto que le ha valido para sumar tres puntos ante Osasuna, Valencia y Atlético de Madrid. Después del problema que se llegó a instalar en el vestuario de Son Bibiloni en las temporadas anteriores, tras los numerosos errores registrados, el israelí ha llegado como una solución. Ya no hay debate. Siempre que esté sobre el césped los va a chutar él porque es garantía de gol. O casi.

?En el Calderón apenas tuvo tiempo de pensárselo. Ni siquiera había tocado el balón porque Fernández Borbalán decretó pena máxima cuando se habían cumplido veinte segundos de choque por las manos de Sílvio. Pero no se notó que estaba frío ni que no hubiera sudado lo más mínimo. A diferencia de los otros penaltis en Pamplona y Son Moix, Hemed tiró alto y a la izquierda de la portería de Courtois. Era una situación diferente a las que había vivido en las anteriores oportunidades porque todavía quedaba un mundo por jugarse por delante. Pero en todas ellas el resultado ha sido tan satisfactorio como el de ayer.

?Ante el Valencia lo marcó con el tiempo de descuento y con la presión de que no había margen para el error. Solo él podía salvar a los suyos después de ir perdiendo en buena parte del choque. Y no falló. De hecho lo lanzó con maestría y sin nervios. Esta es una de las características precisamente de su forma de lanzar las penas máximas. En el Reyno de Navarra ya había adelantado al Mallorca con un disparo flojo y raso a la derecha de la portería de Andrés Fernández. Pero en la segunda mitad, y con el partido cuesta arriba por el 2-1 y con un futbolista menos, Hemed repitió el magistral chut que dio un punto ante Osasuna. Solo faltaban trece minutos para el final y ese tanto se antojaba decisivo. No le tembló el pulso. Esa valentía es la mejor noticia para los rojillos.

?Ahora la cuenta pendiente de Hemed es el gol en jugada. Lo busca, eso no se puede negar, pero por el momento no está acertado. "Mientras marque, me da igual cómo", dijo la pasada semana. Pero a buen seguro que quiere hacerse un nombre en la Liga en su primera temporada a base de goles bonitos, con cabezazos o tiros desde lejos. Pero tiene margen. Al menos su rendimiento ya da puntos.