Joaquín Caparrós dedicó gran parte del entrenamiento de ayer a defender jugadas a balón parado para evitar que se repitan los errores que han provocado a los bermellones una sangría de goles en este inicio de temporada. Los bermellones han encajado cinco de sus ocho goles en este tipo de acciones.

El técnico utrerano sabe que el Mallorca tiene un grave problema en las jugadas de estrategia, heredado de cuando Michael Laudrup se sentaba en el banquillo.

El último ejemplo se produjo el sábado ante el Valencia. Aouate hizo una mala salida, Víctor Ruiz cabeceó y el rebote fue aprovechado por Rami para adelantarse en el marcador. Y el Atlético también sabrá aprovechar cualquier grieta que haya en el muro rojillo.