"Mi mujer me dice que me busque equipo porque ya no me aguanta más en casa". Con la típica guasa andaluza se expresó ayer Joaquín Caparrós (Utrera, 1955) durante su intervención como comentarista de La Sexta. Quizá complacerá a su esposa hoy mismo si se hace oficial su desembarco en el Mallorca.

?Es el elegido por Llorenç Serra Ferrer, con el que ya tiene un acuerdo que solo pueden romper los administradores concursales si consideran que su sueldo de 1,3 millones hasta final de temporada es demasiado elevado para un club en concurso. Caparrós reúne todas las características que desea el máximo accionista, aunque curiosamente están en las antípodas de su predecesor Michael Laudrup. Tiene mucho carácter, es muy nervioso y eso se evidencia a la hora de trabajar con los jugadores, a los que les exige un máximo compromiso desde el primer minuto. Tiene genio, dicen que a veces demasiado, un aspecto que infunde respeto a sus pupilos. Además, gusta al pobler por su apuesta por el trabajo de cantera, algo fundamental en el proyecto de Serra Ferrer, que quiere sacar el máximo jugo posible a Son Bibiloni.

?Su prestigio está fuera de toda duda, aunque ha salido por la puerta de atrás del Neuchatel por problemas con el excéntrico propietario del club suizo, que llegó a presentarse en el vestuario con una pistola y un guardia de seguridad. Su vocación por entrenar le llevó a que con solo veintiséis años diera sus primeros pasos, aunque su gran oportunidad le llegó cuando dirigió al Recreativo de Huelva en 1996. Allí logró un ascenso a Segunda y llamó la atención del fútbol andaluz, del que fue seleccionador durante dos años (1998/2000). Y después de un fugaz paso por el entonces modesto Villarreal, el Sevilla llamó a su puerta. En cinco años subió a Primera y lo clasificó en dos ocasiones para entrar en la Copa de la UEFA con un fútbol tan efectivo como vistoso. Todo un logro para un conjunto que no tenía el potencial actual y en el que coincidió con el ahora mallorquinista Pep Lluís Martí.

?Después de esta etapa en el Sánchez Pizjuán, recaló en 2005 en Riazor para dirigir al Deportivo de La Coruña, que contaba con Aouate en sus filas. En Galicia fue criticado por el escaso atractivo del juego de su equipo y por el mal papel desempeñado en Europa, aunque cumplió con los objetivos que le marcó el presidente Augusto César Lendoiro.

?En 2007 firmó por el Athletic de Bilbao y mejoró con creces las expectativas que despertó su llegada. Llevó a los vascos hasta la final de la Copa del Rey, que acabaron perdiendo en Valencia ante el Barça (1-4) y les clasificó el pasado curso para la Liga Europa.

?Caparrós, que se matriculó en Periodismo porque se confiesa un apasionado de los medios de comunicación, contribuyó a que jóvenes como Fernando Llorente, Javi Martínez y Muniain triunfarán en Primera División. Se vio obligado a abandonar San Mamés este pasado verano por perder la candidatura de Fernando García Macua ante la de Josu Urrutia. Ahora hay voces que ya le echan de menos. En Son Moix ya le esperan.