El Valencia sacó adelante su compromiso ante el Granada tras imponerse por la mínima en un partido muy cómodo para los locales, tanto que cayeron en la indolencia y dieron vida a un rival que tuvo, en la segunda parte, sus opciones para haber sacado algo positivo en su visita a Mestalla. El Málaga, por su parte, tumbó al Getafe (3-2) en un soberbio encuentro en La Rosaleda

Un disparo seco de Canales desde la frontal abrió el marcador a favor de los de Unai Emery y supuso el primer tanto del cántabro con la camiseta valencianista, cuando todavía no se habían jugado cinco minutos de partido.

Los andaluces comenzaron a triangular bien pero adolecieron de llegada, ya que Guaita apenas tuvo que intervenir en el primer tiempo. El Valencia cayó en la relajación y sus aproximaciones al área rival fueron más contadas aunque siempre con más sensación de peligro que las de su rival.

En la reanudación, el Valencia seguía jugando muy fácil pero no terminaba de concretar su superioridad en el marcador. El Granada comenzó a creer en sus posibilidades ante un rival acomodado que provocó los silbidos en la grada.

El larguero impidió el empate del Granada, en el ecuador del segundo acto, en un remate de cabeza de Iñigo López, que despertó al Valencia que, en la jugada siguiente, disfrutó de un claro contragolpe para marcar el segundo.

Pero la animosidad valencianista se diluyó rápidamente. Fue el Granada el que le puso más casta en busca de un gol y le metió el miedo en el cuerpo a un Valencia timorato, que acabó sumando los tres puntos en un partido discreto, en el que dio la sensación de que pudo golear y en el que acabó pidiendo la hora.

Málaga-Getafe

El Málaga CF ha logrado una espectacular victoria (3-2) remontando por dos veces ante el Getafe, con un increíble gol de Baptista en el descuento, en un partido que se tardará en olvidar en La Rosaleda y que permite a los de Pellegrini consolidarse en los primeros puestos de la clasificación y acabar el día como líder de la Liga BBVA.

Poco hizo el Getafe en el primera parte para inquietar la portería de Willy Caballero, que al término del partido ha dejado el recórd de imbatibilidad de la portería blaquiazul en los 479 minutos, que sólo vio pasar el balón cerca en un disparo de Pedro León desde la frontal en el minuto 8. Ahí acabó el peligro para el equipo de Luis García y comenzó el dominio del Málaga, que sin embargo no pudo superar la defensa madrileña, muy bien plantada y segura.

El arranque de la segunda parte comenzó tal y como acabó: con el Málaga manteniendo la posesión del balón pero sin crear verdadero peligro. Y al igual que en el primer acto fue Pedro León el primero de su equipo en probar fortuna, salió premio. El madrileño controla con el muslo un balón rebotado que, sin dejarlo caer, golpe con la izquierda para que describir una parábola imposible para Willy Caballero.

El gol del Getafe espoleó a los locales que se volcaron al ataque para devolver las tablas al marcador. Un empeño que tuvo su recompensa tan sólo diez minutos después, cuando Van Nistelrooy remató de cabeza en un balón que le cayó del cielo, después de que Cata Díaz sacara bajo palos un cabezazo de Baptista tras un córner.

Los de Pellegrini querían más, buscando tres puntos que le permitieran dormir en el liderato, pero fue finalmente el Getafe quien volvía a adelantarse gracias a un gol no exento de polémica. Primero, por una falta previa de Valera a Mathijsen, y después por una mano de Miku en su remate de cabeza, que hace precisamente que el balón cambie de trayectoria despistando a Caballero.

El equipo de la Costa del Sol no perdió la fe en la victoria, y nada más encajar el segundo se fue directo a los dominios de Codina, hoy titular. Así las cosas, Maresca comenzó a dar motivos de esperanza en el 88, al atrapar un balón en el área que no acertó a despejar la defensa del Getafe, y tras un remate de cabeza Mathijsen que no supo blocar el portero visitantes.

Y cinco minutos más tarde Baptista lograba un golazo de chilena, después de que Rondón se la pusiera de cabeza en el corazón del área, llevando poniendo en pie al público de La Rosaleda y llevando la locura a la flor de la Costa del Sol.