Tras la fiesta vivida en el aeropuerto de Son Sant Joan, el autobús con el que los más de 50 presentes se desplazaron hasta Palma, se dirigió hasta el Reial Club Nàutic del Port de Pollença para rendir un homenaje al primer piragüista mallorquín que participará en unos Juegos Olímpicos y que ha estado presente en un Mundial. Al acto de homenaje asistieron representantes del consistorio pollencí, así como el director general de deportes del Govern, Javier Morente.

Alfonso Benavides, quien el domingo manifestó que si le esperaba mucha gente pasaría "vergüenza", aseguró que tras la plata conseguida el mes de junio en el Campeonato de Europa de Belgrado, "este año ha sido perfecto". "Durante la carrera yo no sabía en qué posición iba. Como teníamos viento en contra tuve que guardar energía para el final y la verdad es que la jugada me salió bien", manifestó un tímido Sete ayer a su llegada a Palma. Serte, que la semana que viene participará en un preolímpico en Londres, aseguró que "ahora ya nos pondremos a preparar las Olimpiadas".