­Pierre Webó ya es historia del Real Mallorca. Con voz entrecortada y ojos llorosos puso fin ayer a cuatro temporadas vistiendo la camiseta bermellona en una emotiva rueda de prensa. El delantero emprende ahora un viaje al fútbol turco enrolado en el Istambul Büyüksehir y en las maletas se llevará algunos reproches hacia el club que ayer prefirió transformar en elogios. Era el día del adiós, un momento para ser elegante y muy poco indicado para hurgar en la herida, por muy reciente que esta sea.

"Este momento no me gusta, no es agradable para mí. Quiero agradecer a la afición el cariño que siempre ha mostrado por mí. Y si alguna vez he hecho cosas que hayan hecho daño o molestado a alguien, pido disculpas", empezó Webó su comparecencia pública. El camerunés todavía tenía en la cabeza su exigencia de marcharse con la carta de libertad y las dos largas semanas que ha estado entrenando en Palma en solitario. "Uno como profesional tiene que tomar decisiones, y la de irme ha sido dura y complicada. Con ayuda de Pedro (Terrasa) y de todo el club se hizo de la mejor manera posible para todas las partes. No quería irme por la puerta de atrás, sino dejando algo en la caja", añadió el delantero en referencia a los 1.250.000 euros que ingresará el Mallorca por su traspaso.

Las últimas semanas han supuesto un borrón en la trayectoria de un jugador que ha soportado suplencias, terremotos institucionales y presiones para irse sin levantar apenas la voz. El camerunés pidió una valoración justa. "Hay que valorarme desde el primer día, no el último mes, ha habido momentos muy duros. Hay cosas extradeportivas que te ayudan a tomar decisiones y en mi caso es un tema familiar", señaló el camerunés.

"Es un viaje, no una mudanza. Dejo mi casa y cuando termine mi carrera volveré, sólo me llevo la ropa", aseguró.

Webó ha vivido momentos muy complicados en el club, con tres cambios de propiedad y la entrada en concurso de acreedores. "Hemos pasado momentos muy difíciles, pero eso me ha hecho coger más cariño a la institución. Quería sacar la situación adelante porque sentía que era algo mío. Este club ha sido como una familia, todos hemos hecho sacrificios", subrayó.

Finalmente, se guardó los reproches que pudiera tener hacia Serra Ferrer. "Con él la relación ha quedado bien. Cuando digo que somos como una familia, me refiero a los futbolistas y a la gente de arriba. Cada uno ha defendido sus intereses y pueden haber habido malentendidos, pero no me he sentido despreciado", dijo el camerunés.