Michael Laudrup ha prohibido que el club publique la lista de convocados antes de sus ruedas de prensa, para evitar que le pregunten por los jugadores ausentes. Una decisión respetable en lo personal, pero discutible en tanto en cuanto cercena la libertad de los periodistas de elegir las preguntas.

Porque, en efecto, son las ausencias lo que más llama la atención de la lista de viajeros a Gijón, ya que ilustran respecto a los planes del técnico para el domingo al preservar a Aouate, Ramis, Castro y Víctor y, aún más, dejan muy claro cuál es el futuro de Enrique Corrales ya no en el equipo, sino en el club.

Nada de eso se le puede preguntar al entrenador, por lo que igualmente resulta imposible explicárselo al aficionado y hacerlo después de los partidos no tiene ningún sentido, como no lo tiene la habitual falta de réplica en las declaraciones posteriores a los mismos.

Esta noche, el Mallorca debería clasificarse, no sin sacrificio, por la clara ventaja que lleva del partido de ida, aunque si no fué capaz de aguantar veinte minutos el 1-2 de Zaragoza, hay motivos para dudar de que consiga mantener un 1-3 durante los noventa largos que se avecinan.

Lo mejor de la Copa del Rey es que, superada esta eliminatoria, no vuelve hasta el mes de enero y de aquí a entonces puden pasar muchas cosas entre resultados y apertura del mercado invernal que aclarará quién se va y si alguien viene.