La Copa del Mundo causó furor en Palma. El trofeo conquistado por la selección española en el Mundial de Sudáfrica, el que levantó el capitán Iker Casillas el 11 de junio, ya está en Mallorca. Llegó ayer con notables medidas de seguridad y provocó una extraordinaria expectación este los aficionados mallorquines, que no dudaron en hacer largas colas para inmortalizar este momento.

A su llegada a Son Sant Joan fue recepcionada por el delegado de la presidencia per l´Esport, Diego González; y el presidente de la Federación Balear de Fútbol, Miquel Bestard, que la ofrecieron a Francesc Antich, como máximo representante de esta comunidad. Tras la foto política de rigor en la que ayer sí que no faltó representación de todas las instituciones, fue expuesta en la entrada del Consolat donde desfilaron miles de personas.

La expectación fue total. Gritos, aplausos, escenografía de algunos como si fueran Casillas levantando la Copa, emoción y mucha tecnología digital para inmortalizar este momento histórico. Aunque hoy estará expuesta en el Ajuntament de Palma de 9 a 9.30 horas; en el Gran Hotel de 10 a 17; y en la Gala del fútbol balear en Son Amar, a partir de las 19, fueron muchos los que quisieron ser los primeros en ver el trofeo. Una hora antes se formaron largas colas en el Passeig Sagrera que aumentaron hasta el mediodía. La media de espera que tuvieron que padecer estos hinchas fue de tres horas, según confirmaron fuentes de la Policía Local de Palma.

"Vale la pena. Es una copa única como su presencia aquí", dijo Esteban Riera, que al igual que muchos de los aficionados que acudieron ayer lo hizo enfundado en una camiseta de la selección española. Los extrajeros que paseaban por allí también decidieron hacer cola al enterarse de que la Copa del Mundo estaba allí.

Tras la exposición en el Consolat, la Copa se dirigió al Hospital Materno-infantil de Son Dureta, donde fue recibida por una multitud de niños. La última parada que hizo ayer el trofeo fue en el Centro Penitenciario de Palma.