El francés Oyonnax, un outsider. Una caballo olvidado en las apuestas (1/173) venció ayer en la 89 edición del ´Prix d´Amérique´ e incendió París-Vincennes.

Fue un auténtico petardazo, por parte de un ´descartable´ en la mayor de las carreras del calendario europeo. Un auténtico campeonato del mundo del trote montado. Y lo logró atacando por todo el exterior en la recta de meta, tras haberse mantenido siempre a la estela de Quaker Jet, segundo por delante del favorito: Meaulnes du Corta.

Conducido magistralmente por Sebastien Ernault, quien disputaba su primer Amérique y en la víspera celebró su 32 aniversario, Oyonnax se reencontró con una victoria que se le resistía desde abril del año pasado y lo logró una semana después de su fracaso en el ´Cornulier´. La prueba al trote montado que lideró hasta la última curva.