El debate acerca de las palabras de Gregorio Manzano en El País, en las que acusaba al mallorquinismo de ser negativo, se trasladó a las mojadas gradas del Ono Estadi. Muchos de los 5.214 valientes espectadores, que desafiaron el fuerte viento, el frío y la intensa lluvia, improvisaron una tertulia sobre el tema de la semana. Y la mayoría de los consultados por DIARIO de MALLORCA mostraron su disgusto con el entrenador. Le dan la razón en algunos casos, pero en todos censuran que hiciera públicas sus impresiones. Concha Mula, abonada desde hace ocho años, no ocultó su indignación. "Me he sentido ofendida porque a él le pagan para entrenar y yo pago para verlo. Su trabajo es entrenar y animar a la afición del Mallorca, no tirarla por los suelos", pronunció tajante. De hecho, le rogó al jienense que tuviera una mayor consideración con los hinchas. "Cada persona tiene sus compromisos para saber si pueden venir o no al fútbol, pero lo que espero es que nos respete a los que venimos porque pagamos para ver un espectáculo", dijo sentada en la tribuna cubierta junto a su marido. Muy cerca de su posición se encontraba Pablo Sauco, socio del Mallorca y que tampoco ocultó su disgusto. "Se ha pasado, nos ha molestado lo que ha dicho. Cuando la temporada pasada llevaba el equipo catorce puntos nadie le perdió el respeto", exclamó. Estefanía Fernández y Jordi Fernández, que se sentaban a su lado, asentían con la cabeza. A este joven mallorquinista no le convencen las disculpas del técnico del pasado miércoles. "La afición no es negativa, aunque también es verdad que no es la del Athletic. Lo que ha pasado es que se ha intentado vender en Madrid y ahora pide perdón", subrayó.

No obstante, hay otros seguidores rojillos que admiten que están de acuerdo con las declaraciones de Manzano, pero que se las debería haber callado. Es el caso de Esther Buades, ex abonada, aunque ayer sí acudió a animar al equipo. "Es verdad lo que dijo, pero no lo debería haber dicho, y menos en Madrid", comentó. "La gente no viene por el desmantelamiento de la plantilla cada verano, por la falta de ambición, por la pista de atletismo y, sobre todo, por el lío de la venta, que cansa a cualquiera", añadió. La opinión de Llorenç Ordinas va por el mismo camino. "Manzano tiene razón porque los mallorquines somos demasiado cómodos para no venir, pero como entrenador no lo puede decir, y sobre todo en medios nacionales y no aquí. Su disculpa no me sirve porque lo hizo con la boca pequeña", afirma tajante este hincha.

Carlos Carrillo, que tampoco es abonado, resaltó la inoportunidad de las manifestaciones del jienense: "Puede tener razón en lo que dijo, pero no lo hizo en el lugar ni en el momento adecuado. No es conveniente que se dirija así a la afición. No me ofendió por lo que dijo de los mallorquines, pero sí me molestó lo de que no tenemos cultura futbolística. Se equivocó totalmente en las formas". Manzano dirigió a los bermellones desde el banquillo sin represalias. Todo se quedó en las gradas.

Dos peñas critican

La Peña de Aviación y la de Es Fortí se desmarcan del comunicado emitido por la Federació de Penyes en el que criticaba a Manzano. "No pueden decir que lo hizo la Federació, sino su Junta Directiva. Aquí hay libertad de expresión y el entrenador puede decir lo que quiera. Muchas veces nos ha agradecido el apoyo, no se puede tirar más leña al fuego", dijo Paco Soto, presidente de la Aviación.a la Federació