Mateu Alemany dio ayer un paso adelante y atajó públicamente cualquier especulación sobre la posibilidad de que los empresarios catalanes Joan Batalla y Marc Toscas se hagan con el control del Real Mallorca. "Ese proyecto tiene cero posibilidades", dijo el propietario bermellón en una entrevista publicada en la web oficial del club. Se trata de un portazo a las supuestas aspiraciones de los dos catalanes del que ya informó ayer este diario.
"Reitero lo que ya dije a mi llegada. Que no negociaré con nadie ni hablaré sobre estas cuestiones hasta final de temporada. Lo único que puedo decir es que les he visto una vez y no sabía el motivo por el que se presentaban. No tengo ninguna reunión prevista con estos señores ni este domingo [por hoy], ni la próxima semana, ni más adelante", zanjó el propietario bermellón.
Batalla y Toscas, dos empresarios especializados en comprar empresas con problemas económicos para tratar de reflotarlas, irrumpieron en la isla con un supuesto interés por hacerse con el cincuenta por ciento de las acciones bermellonas. Alemany desconfió de dos jóvenes treintañeros que se publicitaron descaradamente en medios de comunicación antes de hacer una oferta formal, pese a que el abogado mallorquín les había exigido absoluta confidencialidad.
Batalla saltó a los medios después de que quebrara Fincas Corral, una empresa inmobiliaria de la que él era director general. Josep Xicola, propietario de la sociedad y el hombre que le fichó, permanece en paradero desconocido mientras se amontonan en los juzgados las denuncias por estafa.
La opción de estos empresarios había generado un fuerte rechazo entre la mayoría del Consejo y del propio Alemany. Las desgraciadas experiencias de Paul Davidson, Carlos González y la familia Martí Mingarro siguen frescas en el recuerdo.
Batalla y Toscas volvieron a Barcelona en la noche del viernes y estaban a la espera de recibir la documentación del club para auditarla. Ahora ya saben que nunca la recibirán.
En el apartado deportivo, Alemany dijo que el partido contra el Almería es "clave" y reclamó el apoyo de la afición.
