Gregorio Manzano se desahogó después tres meses insufribles bajo el mandato de Javier Martí Asensio y celebró ayer, en su blog, "el final del mal sueño y dueño que hemos tenido". El entrenador del Mallorca, que lamenta que el club haya escrito "una de sus páginas más negras de su reciente historia", pide que la experiencia sirva "para no volver a equivocarnos".

Manzano, que ha mantenido serias discrepancias con el anterior consejero delegado, con quien no congenió desde el primer día, no se muerde la lengua a la hora de criticar a Martí Asensio, "un joven de treinta y pocos años que decía saber de esto. Llegó a decir que ´había aprendido en un mes lo que otros en cinco años´. Empezó a estudiar por el final –continúa–. Vio que en cuatro o cinco años podría llegar a ser el nuevo Dios del balompié español. Empezó pronto a equivocarse. No tenía capacidad de observar, de escuchar, de analizar, ni tuvo la empatía para ganarse a la voluntad más importante en este club, sus gentes. Quiso hacer una gestión de cambio sin contar con los valores que han hecho grande al club, la humanidad. Además no tenía crédito económico, social, deportivo e institucional. Así le ha ido".

En un apartado de su escrito, y sin nombrar en ningún momento a Martí Asensio, considera como uno de los pilares del club la gestión institucional, "que es la que en los últimos tiempos está teniendo escasa estabilidad y nula credibilidad". Manzano cree que el club necesita "un presidente que sepa, quiera y se comprometa a motivar con ideas realistas, coherentes y sensatas". Envía un mensaje al anterior consejero delegado y pide al futuro nuevo presidente –dando la impresión de que obvia al actual, Tomeu Vidal– que exponga que un proyecto en Primera "es cosa de todos y no de unos pocos y en algunos casos de nadie en particular, y no venga a servirse del club". Más críticas al dirigente saliente: "...no sólo se va al palco a presumir de una tarde de domingo, a los palcos se va por compromiso no sólo político sino social por la ciudad a la que representa el Mallorca dentro y fuera de España. Este es el camino del futuro presidente". Y concluye Manzano este apartado con un "Mateo Alemany es el hombre ideal, reúne todas las cualidades personales y profesionales para presidir y gestionar un Mallorca moderno, competitivo y que sea el orgullo de todo el mallorquinismo, pero él solo no podrá hacerlo. Es hora de la implicación institucional, mediática y social". Está claro que Manzano respira más tranquilo con la salida de Martí Asensio y la llegada de Alemany.