La denominada ´Ley Beckham´ se aprobó en 2004 para atraer y retener a científicos, directivos y profesionales extranjeros en nuestro país, que se beneficiaban de un tipo impositivo del 24 por ciento en lugar del 43 que gravaba a las rentas más elevadas. A partir de 2010, aquellos jugadores que cuenten con rentas superiores a los 600.000 euros anuales pasarían a tributar el 43% en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mientras que el resto seguiría en el 24. Esta medida no tendría carácter retroactivo y afectaría a los contratos firmados a partir del día uno de enero.