Se llenaron los Campos de Sport, por segunda vez en la temporada (la anterior ante el Sporting) para presenciar un partido cargado de alicientes,principalmente por coincidir la llegada del intratable líder de la Liga con el mejor momento de un Racing que no había perdido en sus siete últimos partidos de Liga y que venía de ganar con claridad a domicilio al Sevilla.

El Barcelona, aún sin Messi, a quien Guardiola dejó en el banquillo, salió a por el partido desde el pitido inicial, con Xavi abriendo balones a las bandas, donde tanto Iniesta como Henry ponían en apuros a Marcano y Valera respectivamente.

El Racing jugaba muy replegado, con orden y sin apenas dejar espacios, y dispuso de la primera ocasión clara del partido en una internada de Jonathan Pereira, quien al llegar sin apoyos ante Valdés probó fortuna sin ángulo pero con mucha intención y su disparo lo repelió el meta con ayuda de la madera.

El dominio y la posesión eran del Barcelona, pero a partir de la línea de tres cuartos no acertaba a superar el entramado defensivo planteado por Juan Ramón López Muñiz. Los blaugranas deambulaban cerca del área cántabra sin conseguir poner a prueba al meta Toño.

Por contra, el Racing fue de menos a más y pasó de ver el área visitante de lejos a pisarla poco pero con cierto peligro ante una defensa en ocasiones titubeante.

La altura de Zigic era la baza a aprovechar en la estrategia del Racing, por lo que se vio un interesante duelo del serbio con Busquets, quien pudo incurrir en un penalti que no fue sancionado por Fernández Borbalán.

Tras el descanso el Barcelona siguió sin encontrarse a gusto ante un Racing cada vez más descarado, que acabó obteniendo fruto de su ambición cuando Jnathan Pereira se internó en el área y fue derribado por la espalda por Márquez, decretando el colegiado una pena máxima que transformó Zigic, al no estar en el campo el habitual lanzador Ezequiel Garay.

Apenas dos minutos más tarde Guardiola daba entrada a Messi en sustitución de Busquets, cambio al que respondió Muñiz poco después introduciendo al defensa Sepsi, al caer lesionado el interior izquierdo Toni Moral.

Y el argentino solo necesitó cinco minutos para igualar la contienda. Un tanto que se gestó en un remate de cabeza de Xavi, que se estrelló en el larguero cayendo el balón a pies de Messi, que se adelantó a la defensa para batir a Toño con un tiro raso.

En el último cuarto de hora el Barcelona se volcó en busca de la victoria y el Racing trató de defenderse sin dar pelotazos, con lo que en una tímida acción defensiva Messi recuperó el balón en el vértice del área y lo cruzó lejos del alcance de Toño.

El Barcelona acabó jugando con nueve al ser expulsados Márquez y Piqué, por doble tarjeta amarilla, el segundo de ellos en el último minuto del tiempo añadido.