Aparecieron en la temporada 2007, se confirmaron en 2008 y amenazan en 2009: Rafel Nadal y Roger Federer encaran el año recién estrenado acosados por nuevos valores que ponen en peligro el dominio que se reparten en el tenis las últimas temporadas.
En 2008, el serbio Novak Djokovic les arrebató un Grand Slam -Australia- y el Masters y ha quedado a sólo diez puntos de Federer, el número dos, en el ranking ATP. La temporada que acabó en Shanghai fue la del cambio en la cima tras cuatro años y medio de tiranía del suizo. La próxima campaña promete más cambios.
"Hay muchos chicos jóvenes que lo están haciendo bien. Es un momento muy emocionante para el tenis ahora. Estoy ansioso por ver cómo manejan la presión el próximo año porque han tenido un muy buen 2008. Las cosas pintan bien para todos en 2009", señaló el destronado Federer, que ansía susperar sus problemas físicos y a sus 27 años reafirmarse ante los jóvenes.
Y es que no sólo Djokovic es una amenaza. El serbio es el estandarte de un grupo selecto en el que están también el británico Andy Murray -verdugo en tres ocasiones de Federer en 2008 y de Nadal en las semifinales del US Open-, los franceses Gilles Simon y Jo-Wilfried-Tsonga y el argentino Juan Martín del Potro, todos ´top ten´ y presentes en el último Masters de Shanghai.
"Ahora hay muchos jugadores. Ya no se trata más sólo de dos. Tengo calidad para alcanzar la cima", dijo Djokovic, que no desea centrarse en los números del ranking. Empezará el año defendiendo muchos puntos tras su título en Australia, una ventaja para Federer.
La incógnita de inicio de año será Nadal, el rey de 2008. La lesión que le impidió acudir al Masters y a la final de la Copa Davis hace que surjan dudas: ¿Cuándo estará listo? ¿Podrá empezar la temporada en condiciones para Australia? "Voy a tratar de ganar más peso y ponerme más fuerte físicamente", prometió Murray, de 21 años, finalista del US Open y que dispone del tenis más técnico del circuito junto al de Federer. Un prodigio en el golpeo que puede ser letal con más resistencia física, un factor básico en el alzamiento de Nadal y la caída de Federer. Murray terminó el año como número cuatro del mundo y con cinco títulos, sólo superado por Nadal, con ocho, al que superó el sábado en la final del torneo de exhibición de Abu Dhabi.
Respeto
Durante tres años y hasta que en enero ganó Djokovic en Australia, Nadal y Federer se habían repartido todos los Grand Slam. Murray y Tsonga jugaron sendas finales y el ascenso a final de temporada de Simon es también amenazante.
El letón Ernest Gulbis, que viaja en avión privado y cuyo padre es uno de los hombres más ricos de su país, cumplió los 20 el 30 de agosto. Número 40 del ranking, Gulbis fue la revelación de Roland Garros llegando a los cuartos de final y en el US Open plantó cara al estadounidense Andy Roddick antes de caer en segunda ronda.
Sam Querrey, estadounidense de San Francisco, tiene 20 años. Es un producto auténtico del tenis universitario: agresivo y audaz. Por último, la revelación del US Open: el japonés Kei Nishikori, de 18 años, que eliminó a David Ferrer, número 4 del mundo, tras empezar el torneo como 126 del mundo.
A pesar de todo, los jóvenes valores aún respetan a los dos jugadores cuyo enfrentamiento ha revitalizado el tenis. "Van a ser ´top cinco´ la próxima temporada. Quizás sean el uno y el dos. Van a seguir jugando bien y de manera consistente todo el tiempo", confía Murray en Nadal y Federer.
"Es bueno para el deporte ver nuevas caras. Uno siempre quiere ver una gran rivalidad entre dos jugadores, pero es bueno ver estrellas emergentes, porque el futuro es de ellos", dice Djokovic, como si él ya fuera un veterano tras dos campañas seguidas como número tres con 21 años.
La ATP tiene motivos también para estar satisfecha. Gracias a Nadal se expandirá en 2009 en Madrid, transformando el torneo Masters masculino, en octubre y bajo techo, en uno mixto al aire libre sobre arcilla en mayo, un anticipo de Roland Garros.
El circuito llegará a Belgrado por primera vez en la historia favorecido por el ´boom´ del tenis en Serbia gracias a Djokovic. Y el Reino Unido vuelve a apasionarse con las raquetas gracias a Murray. Londres, pensando ya en los Juegos Olímpicos de 2012, acogerá el Masters a final de temporada en lugar de Shanghai. Más jugadores y más países para globalizar un deporte en el que florecen las estrellas. La rivalidad está garantizada.
