El martes, el homenaje a Nadal me llevó a currar en Manacor y, una vez más, se confirmó lo que siempre he pensado sobre Rafa y su familia. Del tenista sólo diré que si fuera (yo) una moza en edad de merecer (que no soy una moza y, ni mucho menos estoy en edad de merecer), quizá me atrevería a decirle aquello de "¡quiero un hijo tuyo!". O si fuera una madre con una hija casadera soñaría con él como yerno. Pero que no sea ni una cosa ni otra no impide, pese a mí escasa afición a la cosa esta de la pelotita pequeña que va y viene, o sea, al tenis, mi profunda admiración hacía el deportista y la persona. Un tipo Veinte, así, en mayúsculas. Y lo mismo digo de su entorno familiar.

n Pero... Siempre hay un pero... Por ejemplo, la puta política. O mejor dicho, el uso que hacen de Nadal los políticos. En este sentido me parecieron fuera de lugar ciertas reivindicaciones del alcalde de Manacor, Antoni Pastor, en el discurso que pronunció en el Salón de Plenos de La Sala manacorina. Pienso, aunque quizá vaya equivocado, pero así lo pienso y así lo digo, que en aquel momento estaban de más las revindicaciones del primer municipe manacorí ante las narices del president del Govern, Francesc Antich.

n No me parece lógico, ni adecuado, que en actos de este tipo se utilice al deportista para hacer política. Y a Antich, que creo conocerle un poquito, ésto le molestó. Lógico, ya que si tú invitas a alguien a que venga a tu casa (no olvidemos que Antich era un invitado de Pastor) no es de recibo que durante la ceremonia, y ante gente, de la que una buena parte no sabe de que va la historia, saques el cuaderno de reivindicaciones.

n Un tipo competente. Y me molesta porque, y ya lo he dicho en otras ocasiones, el batl.le de Manacor se me antoja un tipo competente. Y lleva razón a la hora de reivindicar un nuevo pabellón polideportivo para el Fisiomedia. Pero también sabe que durante años, muchos años, ha estat callat com un mort a la hora de ciertas reivindicaciones, y todo para no incomodar al quefe Jimmy. Aparte que estas cosas, pienso, son como las de familia, que conviene lavarlas en casa.

n El Centro, otra historia. Pastor también está molesto por el tema del Centro de tenis al que Rafa debía dar su nombre. Pero Pastor sabe que, como el Teatro de la Opera, y otra docena de proyectos, se basaban en la grandeur del anterior Llogater del Consolat. Y conste, que no digo que me parezcan bien ni mal. Pero nunca está de más que antes de compranos un Ferrari sepamos si podremos pagarlo y después mantenerlo. Miren, lo que ocurre, por ejemplo, con el maldito Palma Arena...

n Así y todo, estoy convencido de que el desencuentro se arreglará. Ya se está en ello. El conseller Cañellas, y su director general, Biel Gili, ya han puesto las primeras piedras.

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