El Govern de les Illes Balears quiere dotar de un "sello de calidad" a sus programas de especialización y tecnificación deportiva de sus actuales escuelas de ciclismo, natación, lucha y gimnasia.

Con ese objetivo hoy se acordará, a lo largo de la reunión del Consell de Govern, solicitar al Consejo Superior de Deportes (CSD) la categoría de Centro de Alto Rendimiento (CAR). Una consideración especial de la que el deporte de Balears no dispone de ninguna.

Alegando los excelentes resultados a nivel nacional, e incluso internacional, cosechados por deportistas de las cuatro especialidades que se pretende "den el salto", la Conselleria de Esports i Joventut presentará hoy una propuesta de acuerdo con el fin de conseguir que el Govern exiga al CSD, que preside Jaime Lisavetzky, un reconocimiento como CAR que debe garantizar mayor financiación y más recursos humanos de primer nivel para el desarrollo y funcionamiento de los actuales centros de tecnificación de la Escola Balear de l´Esport (EBE).

El conseller de Esports del Govern, Mateu Cañellas, y el director general del área, Gabriel Gili, expusieron ayer su proyecto para lograr que Balears disponga de sus cuatro primeros CAR. El de ciclismo, por ejemplo, tendrá su sede en el Palma Arena, considerado como el mejor velódromo cubierto de España y uno de los de mayor calidad y más rápidos de Europa.

"Ya ha habido contactos previos con Madrid para conseguir que nuestra propuesta vaya para adelante y conseguir que Balears disponga de sus cuatro primeros centros de alto rendimiento, que completarán los actuales programas de tecnificación de ciclismo, natación, gimnasia y lucha", precisó Cañellas. Al mismo tiempo que Gabriel Gili puntualizaba que "se trata de un sello de calidad que le falta al deporte balear".

De la misma forma, el conseller Cañellas adelantó que también se solicitará al Consejo Superior de Deportes el reconocimiento del centro de tiro con arco de Eivissa como Centro Especializado de Tecnificación Deportiva (CETE).

Anticorrupción

De la misma forma, el conseller Cañellas solicitó ayer "prudencia" ante la auditoría abierta por los servicios jurídicos del Govern sobre los números y el desfase detectado en los gastos de la construcción del Palma Arena -que han pasado de 48 millones de euros a 90 millones-. Un caso que la Fiscalía Anticorrupción de Palma ya tiene en sus manos e investiga, según informó Diario de Mallorca en su edición de ayer, jueves. Cañellas explicó que quiere evitar que "alguien salga perjudicado inmerecidamente" por el proceso de investigación ya en curso.