El alemán Stefan Schumacher, del Gerolsteiner, rompió los pronósticos y ganó ayer la cuarta etapa del Tour, una contrarreloj individual con salida y llegada en Cholet, de 29,5 kilómetros, y además se vistió con el maillot amarillo en una jornada en la que Cadel Evans ganó la partida a los favoritos y endosó 1:07 al español Alejandro Valverde. Schumacher voló de principio a fin, pulverizó en todos los puntos intermedios a los grandes especialistas y llegó a meta con un tiempo de 35:44 minutos, a una media de 49,533 kms/hora, 18 segundos por delante del luxemburgués Kim Kirchen (Columbia) y del británico David Millar (Garmin), segundo y tercero respectivamente.

Por detrás y dentro del pulso entre favoritos, el australiano Cadel Evans (Silence), presentó su candidatura y marcó el cuarto mejor tiempo a 27 segundos del ganador, por delante del bicampeón mundial de la especialidad, el suizo Fabian Cancellara (CSC), que fue quinto. El ruso Denis Menchov (Rabobank), recuperó el tiempo perdido en la jornada anterior y marcó el sexto registro a 34 segundos de Schumacher. Evans marcó el territorio en el primer cara a cara entre la alta jerarquía del Tour, en el primer examen que no fue amable con los españoles, ya que el primer clasificado fue José Iván Gutiérez, duodécimo a 52 segundos y Alejandro Valverde, en un inesperado puesto 23 cedió 1:07 respecto al australiano, ahora "líder" en la clasificación "de verdad". El jefe de filas del Silence, segundo en el pasado Tour, quiere demostrar su condición de favorito y aprovechó la primera oportunidad y fue el más agraciado de la jornada junto a Menchov, cuarto en la general, por detrás de Schumacher, Kirchen y Millar, Evans tiene a Menchov a 51 segundos, al italiano Cunego a 1:05, a Valverde a 1:06, a Sastre a 1:22. y a Franck Schleck a 1:47. Unas diferencias en ningún caso definitivas porque el Tour acaba de empezar, pero significativas del primer duelo entre los grandes.

La quinta etapa es la más larga de la presente edición, con 232 kilómetros que unirán Cholet y Chateauroux, de perfil llano. Un delicia para los esprinters, que deben aprovechar estas ocasiones para escalar posiciones ante la llegada inminente de la montaña.