Ni la victoria de Lewis Hamilton -posiblemente el mayor ídolo del deporte en el Reino Unido- en el Gran Premio de Gran Bretaña oscureció la apoteósica victoria de Rafel Nadal en la finalísima de Wimbledon, en la que hay práctica unanimidad en calificar como "la más grande de la historia" en la centenaria trayectoria del torneo con más carisma del circuito.

Varios rotativos londinenses, que dedican un generoso espacio a la final más larga de la historia del torneo -cuatro horas y 48 minutos sin contar las dos horas de interrupción por la lluvia- coinciden en denominar tanto a Nadal como a Federer como "dos gigantes del deporte".

"Lo que hicieron ayer", publica The Times, "engrandece no sólo al tenis, sino al deporte. Dos tenistas excepcionales que se respetan en la victoria y en la derrota".

The Daily Telegraph dedicó ayer un amplio reportaje a comparar la final del domingo en la central del All England Tennis Club con, a juicio del especialista en tenis del diario, otras cinco grandes finales que han pasado a la historia del torneo. "Ha habido finales legendarias", escribe Brough Scott, "pero ninguna como la que disputaron Nadal y Federer, dos colosos sobre la pista".

¿Y cuáles fueron las otras cinco finales que han quedado grabadas en la memoria del aficionado? Todas ellas, lógicamente, resueltas en cinco sets, son recordadas con entusiasmo, pero, a diferencia de la del domingo, ninguna se resolvió con marcadores tan ajustados como la que protagonizaron el mallorquín y el suizo.

La primera de ellas fue la que disputaron en 1972 el norteamericano Stan Smith y el rumano Ilie Nastase, con victoria para el primero por 4/6, 6/3, 6/3, 4/6 y 7/5.

Segunda gran final: Borg-Connors en 1977, con victoria del sueco -la segunda de sus cinco finales en la central de Wimbledon- por 3/6, 6/2, 6/1, 5/7 y 6/4.

La cuarta y la quinta gran final -ver la tercera en el recuadro- tuvo como protagonista en ambas al croata Goran Ivanisevic con nueve años de diferencia. En la primera, en 1992, perdió ante el norteamericano Andre Agassi por 6/7, 6/4, 6/4, 1/6 y 6/4, que conseguiría su primer título en Wimbledon tras perder previamente ante Becker y McEnroe.

Y la segunda de Ivanisevic, en 2001, en la que se impuso a Patrick Rafter -finalizada la final en lunes por la lluvia- por 6/3, 3/6, 6/3, 2/6 y 9/7. Todas ellas magníficas finales, pero ninguna como la de Nadal y Federer. La mejor final de la historia de Wimbledon.