Se muere de ganas de demostrar que el Mallorca no se ha equivocado con su fichaje. Y sus ojos le delatan. Óscar Díaz fue presentado ayer en el Ono Estadi como un jugador de futuro. "Espero no defraudar", confesó sentado junto al presidente del Mallorca Vicenç Grande.

El centrocampista ofensivo llega procedente del Elche y vestirá la camiseta rojilla las próximas cinco temporadas. Y eso que tenía ofertas de otros clubes de Primera. "He elegido el Mallorca porque es un equipo donde podía tener minutos, es un club vendedor y que confía en la gente joven. Es una oportunidad que estaba esperando y en la que debo demostrar que puedo jugar en la elite", apuntó.

Díaz, formado en las categorías inferiores del Real Madrid, espera demostrar que su talento tiene sitio entre los mejores. "He trabajado duro para llegar hasta aquí y sólo espero no defraudar", afirmó. Sobre sus características sobre el césped, el futbolista evidenció su polivalencia en las zonas cercanas a la meta rival. "Soy rápido, tengo desborde y soy vertical. Puedo jugar en la banda derecha e izquierda o de mediapunta, pero siempre detrás del delantero", apuntó. El madrileño dejó claro que quiere hablar con el balón en los pies. "Tengo que demostrar que puedo jugar en Primera y en este equipo. De nada sirven las palabras, hay que demostrar lo que vales en el campo y si eres bueno, lo eres y si no, pues mala suerte", comentó. Incluso reconoció la gran diferencia que existe entre la Segunda División -en la que jugaba con el Elche- y Primera. "No es un paso lo que he dado sino tres o cuatro de golpe porque hay más calidad", indicó.

El jugador, de 24 años, coincidió con el bermellón Borja Valero una temporada en el filial blanco, por lo que ahora volverá a tenerlo de compañero. "Me ha comentado que es un club perfecto para crecer como futbolista, que hay un gran ambiente en el vestuario y que la ciudad es perfecta para vivir", señaló satisfecho.