El festejo interminable, la explosión de júbilo para la catarsis postergada por 44 años y los cuerpos todavía calientes por el título de la Eurocopa hacen que la España futbolística no repare aún en un detalle que es de todo menos detalle: ¿Qué pasará ahora con Raúl y la selección? El brillante título alumbrado en Viena sin la presencia del hasta hace nada ´7´ de España abre un debate de consecuencias imprevisibles y difíciles de calibrar todavía.

Hace casi dos años que Raúl González no es convocado a participar de la selección española, pero su nombre ronda desde entonces de forma constante, casi fantasmagórica, en el entorno del equipo. Raúl es símbolo de un club con una gigantesca masa de aficionados y gran poder como el Real Madrid, y eso pesa.

Luis Aragonés decidió no contar nunca más con él desde aquella noche humillante de Belfast, cuando la ´Roja´ fue vencida por Irlanda del Norte, por 3-2. "Esta noche he visto quién estaba en el barco y quién no", dijo el técnico, ya cansado de que el entonces capitán navegara por otros mares.

La relación entre Raúl y Luis se había desgastado hasta lo irreconciliable por las pretensiones del delantero de controlar hasta el más mínimo detalle del equipo y por su fastidio contaminante cada vez que no era titular.

Aragonés ya es casi el "ex técnico" de la selección, por lo que su relación con Raúl no sería importante ante el futuro si no fuera porque los jugadores apoyan lo decidido por el veterano seleccionador.

Uno de los activos más importantes del nuevo campeón de Europa es la armonía interna, la unidad que existe dentro del grupo pese a las diferencias lógicas que de forma inevitable se generan en un grupo de más de 20 personas. ¿Cómo podría incidir el regreso de Raúl en ese grupo compacto, ahora ganador y por ende con otro peso específico? La vuelta del ´7´ está bien lejos de ser una quimera. No hay confirmación oficial, pero todo indica que el nuevo técnico de la ´Roja´ será un ex del Real Madrid de gran relación con Raúl, como es el caso de Vicente del Bosque. Su llegada viene avalada por el director deportivo de la Federación Española de Fútbol, Fernando Hierro, íntimo amigo de Raúl, que llegó al cargo en septiembre de 2007. Los tres consiguieron juntos en 2002 la última Liga de Campeones alzada por los blancos.

"Raúl está de vacaciones", aseguró ayer Ginés Carvajal, representante de Raúl, quien descansa en Menorca, en su casa de Maó. Carvajal aseguró no saber nada sobre cómo vivió la final el jugador del Real Madrid o si se comunicó de alguna manera con sus compañeros para felicitarlos por un logro tan extraordinario para la historia del fútbol español. El éxito de un proyecto del que lleva años apartado.