Iker Casillas, capitán y portero de la selección española, fue el encargado de levantar ante los miles de aficionados que llenaban la plaza de Colón, la Copa que acredita al combinado nacional como campeones de la Eurocopa, un acto con el que se alcanzó el clímax de la jornada de fiesta que se vivió ayer en la capital de España.

Arropado por todos sus compañeros y del entrenador, Luis Aragonés, el que fue nombrado mejor portero delCcampeonato, recibió el mayor homenaje de la tarde cuando levantó la copa que España no conseguía desde el año 1964, cuando ganó en la final a Rusia gracias a un gol de Marcelino. Así fue como los protagonistas del mayor éxito cosechado en los últimos tiempos por el fútbol español aparecieron disfrutaron de un reconocimiento multitudinario. Los héroes de Viena disfrutaron con el homenaje de una Plaza de Colón que se tiñó de rojo para disfrutar de la fiesta con los protagonistas del éxito. Los cánticos y abrazos entre los futbolistas fueron permanentes. La euforia fue la nota general de una fiesta popular y entrañable.