Tras ver esta película me siento tuerto entre ciegos. No esperaba que se acercara a El Resplandor de Kubrick, Los pájaros de Hitchcock o las mejores adaptaciones de Stephen King. Me bastaba con que igualara películas como Depredador, Soy leyenda o It follows. Y, bueno, sí, no desmerece de estas. Porque repite muchas convenciones del género. Las lícitas (suspense, ritmo trepidante) y las dudosas: Fuerza/comba la verosimilitud para mantener ese suspense. Manipula la emotividad del espectador exacerbando la fragilidad e ingenuidad de niños y bebés, e incluyendo un embarazo. Exagera la habilidad, asquerosidad y perfidia de los monstruos de turno, sin explicar su origen (remitiéndose, supongo, a la extensa cinematografía del género). Y disimula con estratégicos sustos decisiones temerarias o desatinadas de los protagonistas.
Repito, insisto, reitero, porfío, como película de miedo no defraudará a los que buscan ese tipo de evasión. Asusta y tiene al espectador en vilo sus noventa minutos. La ambientación, con su modesto presupuesto, es buena. Lo del lenguaje de signos da el pego. La música estridente, como debe. Y bien, a secas, las actuaciones. La pareja de actores adultos lo son en la vida real (él además dirige y es coguionista), se nota su doble motivación; los peques cumplen con naturalidad. Los agnósticos del género, sin embargo, no podrán resistir activar las neuronas y percibir la arbitrariedad narrativa más evidente: Ante un pavoroso enemigo con oído extremadamente desarrollado, la familia acorralada recurre en diferentes momentos a la protección sonora de una cascada de agua, aparatos de ultrasonidos, colchones para aislamiento sonoro o armas de fuego. ¿No podrían haberlos ensayado en un orden cronológico diferente?
Un lugar tranquilo
**½
Nacionalidad: Estados Unidos, 90 min.
Director: Jon Krasinski
Actores: Emily Blunt, Jon Krasinski, Millicent Simmonds, Noah Jupe
Cines: Ocimax, Artesiete Fan, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor