P¿En qué historia nos sumerge Qui diu que l'historiador és mort?
R Por una parte, retrata un contexto histórico, la Transición, que es dónde transcurre la novela pero luego hay una mirada hacia la generación de la Posguerra. La trama nos presenta a un historiador que pretende investigar un personaje ya muerto que tuvo una vida turbia pero que fue un triunfador, un multimillonario. Su tesis empieza durante la Transición. Y es que durante el Franquismo no se había podido hablar de ello. Muchos lectores pensarán que este personaje es Joan March, pero hay que tener claro que este libro es ficción, cada uno podrá pensar lo que quiera.
P Lo llama Albert...
R Es cierto que lo llamo Albert porque Albert fue el nombre que le puso el novelista que en 1934 escribió El último pirata del Mediterráneo. Son juegos.
P ¿Y cómo sigue la investigación en plena Transición?
R Al principio hay una cierta tolerancia por parte de las autoridades universitarias para demostrar que en España ya hay libertad pero la familia empieza a inquietarse porque descubre que este historiador, Arnau, ha ido encontrando documentación comprometedora. En principio, la novela presenta la historia de Arnau que hace una tesis doctoral. Hay una directora de tesis, una becaria y parece que la historia derivará en un triángulo amoroso pero a medida que va descubriendo nuevas cosas, deriva en una novela negra. Hay una persecución sistemática de la familia hacia Arnau y dentro de la universidad hay un cambio de actitud. La prudencia esconde el miedo.
P¿Cómo es Arnau, su historiador temerario?
R Es un fruto de la generación de la Transición. Tiene un espíritu de lucha, unas ganas de cambio, unas ganas de enfrentarse a que no hay ningún tipo de prohibición. Piensa que podrá aproximarse a la realidad de este personaje pero luego se da cuenta de que las cosas no son tan fáciles porque el Franquismo aún está muy arraigado dentro de la sociedad española. En principio la directora de la tesis le respalda pero cuando ve la difícil situación y la presión de la familia, la única que queda a su lado es la becaria porque la directora es una catedrática reconocida. Así empiezan las críticas al investigador porque no era el momento de empezar esta tesis. Aquí se demuestran los miedos disfrazados de prudencia. Es un enigma porque el final no se resuelve como la gente espera.
P Comenta que se notaba el peso del Franquismo dentro de la Transición. ¿Todavía sigue?
R Es como un revival de lo que ocurrió. Es diferente. Lo que está ocurriendo ahora es muy decepcionante para nuestra generación, en cambio, en aquel tiempo todo eran esperanzas de que al final iría bien. Es regresar a unos tiempos que ya creíamos olvidados y superados. Es desanimante. La separación de poderes era clave en la democracia.Con Franco no existía y ahora parece que el poder judicial ha perdido su independencia y que es el ejecutivo el que controla la vida del país porque el legislativo tampoco funciona.
P¿Hasta qué punto es capaz de investigar Arnau?
R Es capaz de investigar más allá de lo que querría tanto la familia como las propias autoridades universitarias. Durante el Franquismo la mayoría de tesis eran locales, nada conflictivas. Entonces dar este paso implica una ruptura con el pasado. Lo que intentamos es hacer ver al lector que la Transición es un periodo de ilusiones, un periodo de querer romper con unos años oscuros y todo esto está representado con los personajes.
P Y si Arnau es un investigador temerario, ¿cómo se define Pere Ferrer?
R No soy Arnau pero es verdad que cuando hacía el Doctorado algún vez me dijeron que era un atrevido. Algunas veces tuve colaboración y, en otras ocasiones, no tanta como, por ejemplo, cuando visitaba los archivos institucionales y militares que durante años nadie había entrado a remover ningún papel, ya de entrada me consideraban un rojo. A medida que ibas trabajando y te iban conociendo, la cosa cambiaba pero tenía que buscar y rebuscar sin que me facilitaran el trabajo. Las tesis sobre personajes como Joan March implican que debes investigar archivos de Inglaterra, Francia, Alemania o Estados Unidos si realmente se quiere destapar la esencia del personaje.
P La mayoría de sus libros están centrados en Joan March, ¿qué le sedujo de este personaje?
REs un personaje muy seductor. Oscuro. Tenía unas capacidades como un propio Estado. Joan March era un Estado dentro de un Estado.
P Una parte de su vocación de historiados es detectivesca?
RLos historiadores tienen una parte de detective, son investigadores. Siempre haces una aproximación a la realidad del pasado. Es muy difícil tener todas las claves del pasado. Un archivo es lo más incómodo que te puedas encontrar. Implica muchas horas y pocas veces encuentras documentos que te abran un nuevo camino pero cuando lo encuentras, supone una gran satisfacción.
P¿Cuál es el último tesoro que ha localizado?
R No sé si lo puedo citar. La relación de Joan March con los judíos no fue para tratar mucho este tema. ¿Lo ve como es un personaje muy seductor? Llevamos buena parte de la entrevista hablando de Joan March.
P¿Qué le llevó a debutar en el género de novela negra?
R El cansancio de ser investigador, de hacer de detective. A cierta edad, los detectives se jubilan. Pensé que con todos mis conocimientos y el material que tenía podía construir los cimientos y luego introducir la trama de la novela con los personajes. Podía hablar de la Posguerra porque la he estudiado mucho, podía hablar de la Transición, podía hablar de un personaje que en este caso sería March como podía haber sido otro porque muchas veces se puede utilizar la ficción para decir la realidad. Además me daba una gran libertad porque en historia si quieres ser riguroso no puedes escribir más de lo que tienes documentado. La historia ha sido la ciencia más utilizada para el poder para transgiversar el poder. En el libro se encuentran momentos que son hechos reales que luego novelo.
P¿Cómo se movido en el terrero de la novela negra?
R Muy bien, he disfrutado mucho.
