Rossy de Palma (Palma, 1964) se desnudó durante un ejercicio artístico en una abarrotada Gerhardt Braun Gallery. Una performance, anunciada como Word Portrait, que tuvo la palabra como protagonista y que premitió descubrir algunos episodios poco conocidos de esta actriz y modelo que no deja de sorprender.

"De vuelta del caos" es el retrato en formato palabra por el que apostó el artista Enrique Baeza tras su charla en público con Rossy de Palma, a la que definió como una "emperatriz automática". "Me gusta", asintió la que fue chica Almodóvar, "y es cierto, también tengo que ordenar mi caos", reconoció con una sonrisa.

Arropada por su hijo Gabriel, en primera fila de la galería, y por un buen número de amistades, entre ellas el escritor Biel Mesquida y colegas de su época con Peor Imposible, Rossy de Palma saludó a los presentes con un sincero "¡cuántas caras conocidas!" Y a partir de ahí, se sometió al amable interrogatorio de Baeza. "Hace tiempo que quería trabajar con Rossy. Para mí lo importante es el ser humano que sustenta al artista. Yo trabajo con eso y estoy seguro que el valor humano de ella quedará hoy patente", comentó el artista barcelonés a este diario antes de iniciar la performance.

En el inicio de su intervención, Rossy describió un sueño "muy visual" que tuvo "con 13 ó 14 años", con una serie de símbolos -un inhóspito bosque, un tren, unas piezas de ajedrez- que explican su vida, no solo artística. "A veces los caminos más oscuros te llevan a conocerte mejor, a encontrar la paz", afirmó la actriz.

Aplaudida por sus papeles en películas como Mujeres al borde de un ataque de nervios o La flor de mi secreto, subrayó que en algunas etapas de su vida ha transitado por "el bosque más hostil", con "unos momentos muy oscuros que igual duraron unos tres años", por culpa de una "relación tóxica" que tuvo.

"Hace diez años salí de ese inhóspito bosque. La salvación de uno está en sí mismo. Desde entonces trato de ser mi prioridad", agregó.Activista por los derechos de la mujer y los derechos humanos

, como la describió Baeza, Rossy de Palma señaló que "la asignatura pendiente de las mujeres es conocernos a nosotras mismas. Conocemos todo lo que nos rodea pero tenemos poca curiosidad interna, por nosotras mismas", insistió.

La musa de Gaultier también confesó que sus hijos le sirvieron de "mucha ayuda" para lograr salir "de los infiernos". "Los hijos nos enseñan más a nosotros que nosotros a ellos. Si no sientas la cabeza con hijos, ya no la sentarás con nada", espetó.

Rossy de Palma afirmó que "la tiniebla es una cortina muy tupida" y confesó que llegó a "coquetear con el suicidio antes de ser madre". En su performance, también tuvo palabras para su madre, que ayer cumplía 87 años. "Es muy potente, con muchas cualidades artísticas que no pudo desarrollar, una madre muy abierta, curiosa e inteligente", dijo.

Tras saludar de viva voz a Biel Mesquida, habló de su faceta de escritora. "La escritura es una búsqueda", expresó, "con ella aprendes y te revelas a ti mismo. Cuando mejor funciono es con la parte del inconsciente, con la intuición, y cuando peor, con el raciocinio", comentó una actriz que no tiene "ni método" ni capacidad para memorizar textos "como un loro".

Convencida de que "el arte imita la grandiosidad de la naturaleza" y consciente de que a ella le resulta "muy terapéutico", aseguró que "el agradecimiento es algo que está en lo más alto de mi lista" de valores. "Me siento muy privilegiada y tengo mucho que agradecer. A mí no me va la vanidad", declaró.