¿Cómo surgió recuperar este tesoro manuscrito de Pere Miquel Marquès?

Todo nació gracias a Javier Sánchez, un joven mallorquín que cursaba un máster en gestión cultural en Madrid y estuvo de prácticas en el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) y en la SGAE. Le encargaron hacer un estudio de compositores mallorquines. En ese momento, yo era director artístico del Principal. El director del ICCMU, Álvaro Torrente, me puso en contacto con Sánchez y le pedí que se centrara en Antoni Lliteras y en Marquès. Me presentó cuatro obras maestras de los dos. Tras estudiar las partituras y las críticas, me decanté por El reloj de Lucerna. Se ha hecho un trabajo de dos años en el ICCMU para rehacer la partitura cogiendo los manuscritos del siglo XIX y recomponiéndolos para que la Simfònica tuviera unas partituras actualizadas. El investigador Saúl Aguado firma la edición crítica. El gerente del Principal, Carlos Forteza, ha sido muy sensible en la recuperación de esta pieza y me llamó para hacer la obra.

¿Ha sido un gran reto montar una ópera sin tener referencias?

Sí, porque el problema es que tenemos una música sin ninguna referencia. Ha sido un trabajo arqueológico pero realmente ha sido lo más excitante del proyecto.

Hace casi un año que estoy trabajando en ella. De hecho, grabé una versión casera de la pieza con un pianista y yo cantando para poder tener un elemento sonoro. Así el director de escena, Carlos Martos, pudo tener una referencia de la pieza.

Presentan una versión más reducida de la que se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid en 1884.

Carlos Martos ha hecho una reducción del texto pero se mantiene toda la esencia. El libreto de Marcos Zapata es de una altura literaria enorme. Tiene elementos de Calderón de la Barca, Lope de Vega, Shakespeare... En la época en la que se estrenó, las grandes dudas de la crítica y del público eran si el compositor sería capaz de estar al mismo nivel del libretista Zapata, que era muy prestigioso. Evidentemente, Marquès no solo estuvo a la altura, sino que lo superó. Fue una partitura extraordinaria. Realmente estamos ante una obra maestra.

Y este sábado el Principal estrena El Reloj de Lucerna por el centenario de su muerte. Tras esta reconstrucción, ¿qué sentimientos tiene?

Mis conocimientos sobre Marquès eran poco profundos y una vez que lo he descubierto y he profundizado sobre esta obra, tengo un sentimiento de tristeza al ver cómo los mallorquines hemos olvidado al que quizás sea el compositor más importante de nuestra historia. De hecho, fue calificado como el Beethoven español. Y es que España no tuvo nunca tradición de composiciones sinfónicas, por tanto, no tenemos compositores sinfónicos hasta el siglo XIX. Y Pere Miquel Marquès escribió cinco sinfonías entre 1869 y 1880 de una calidad musical extraordinaria. Por ello, recibió un reconocimiento musical extraordinario porque era el gran sinfonista español. Realmente cuando escuchamos sus sinfonías, escuchamos toda la herencia de la música sinfónica centroeuropea desde Mozart a Haydn, Schubert, Mendelssohn, Brahms... Además de estas cinco sinfonías, creó 42 obras líricas. Siento una gran tristeza por el olvido que los propios mallorquines hemos tenido de un compositor fabuloso. Marquès y Antoni Lliteras del Barroco son los dos compositores mallorquines más importantes.

Han apostado por un reparto local.

Es verdad que para el público es muy atractivo tener figuras nacionales e internacionales pero en este caso, que es un trabajo de recuperación de nuestro patrimonio musical, era muy importante contar con gente de aquí. Es una obra de una enorme dificultad. Es una obra grandiosa. Orquestalmente hablando es de máxima calidad y todos los personajes tienen una dificultad extrema. La partitura está escrita para que la representen grandes figuras.

¿Cómo suena este Reloj de Lucerna rescatado?

Cuando escuchas esta música, escuchas lo mejor que te puedas imaginar de las óperas de esa época. En algunos momentos está la música de Verdi, en otros la de Bach, Bellini, Bizet ... La música de los grandes compositores europeos del siglo XIX se escuchan en esta música. Con ello no quiero decir que los imitara. Su música es de una originalidad extraordinaria. El acompañamiento orquestal está muy elaborado y la parte coral es muy ambiciosa. Estoy muy orgulloso de formar parte del equipo que la recupera.

¿Se llevará a otros teatros?

Pienso luchar para que así sea. Es una lástima que se quede en dos funciones. Hay una enorme expectación sobre el estreno de esta ópera porque para los melómanos el nombre de Pere Miquel Marquès es muy respetado.

¿Qué otras joyas musicales de Marquès recuperaría?

Trabajaré duro para recuperar sus cinco sinfonías porque mi gran ilusión es dirigirlas. Me fascinan. Nuestra Simfònica debe grabarlas porque es la única manera de que todo el mundo las conozca. En su época se tocaban en los mejores teatros de Europa.