Millán Salcedo (Ciudad Real, 1955) ocupa un lugar particular en la historia del humor español. El humorista vuelve con historias sobre las nuevas tecnologías, amenizadas con el piano de Marcos Cruz. Nos abre el apetito a la " amanida" que va a traer a Palma.
¿Qué es 'En mis trece 2.0'?
Es la constatación de que sigo en mi línea, en mis trece. Esta vez imbuido y atrapado por la tecnología. Si en los primeros shows ponía a parir las redes sociales, en este estoy atrapado por ellas como un pececillo de colores.
¿Por qué la elección de las nuevas tecnologías?
Si no te enganchas a los tiempos que corren, te quedas fuera. Quién hoy en día no tiene móvil está abocado al desencuentro. Para mi el escenario es como un sillón de psiquiatra y, si no quería, me he tenido que adaptar.
De hecho, el humor es una terapia?
Absolutamente. Este show es perfecticamente sano. Solo tengo ganas de intentar hacer de reir. Creo que ese es el pupitre asignado a los humoristas. Salir de la trinchera tiempos convulsos, de crisis, de retenciones, de críticas, de gente que habla por las redes y canta con total impunidad? Ahí estamos para hacer reír. Porque el humor es el único oxígeno respirable, y lo repetiré hasta que me quede sin oxígeno.
¿Qué parte del show hace más gracia?
Como el dicho, España es diferente. Después de girar como un trompo, he visto que lo que hace reír en Cuenca, al día siguiente no hace gracia en La Gomera. Lo que sí hay es sentido del humor. Esto lo vemos en los memes, los recados y mensajes de WhatsApp. Es increíble como tras cada acontecimiento, bueno o malo, deportivo o político, en seguida hay una respuesta anónima.
Entonces, las redes han ayudado al humor...
El espectáculo las usa como hilo conductor, pero no se basa solo en eso. Voy en mi línea de los últimos 12 años, y rompo una lanza en favor de los trabajos manuales, de las primeras fuentes de inspiración. Traigo música, proyecciones, y por supuesto a Marcos Cruz, mi estrellita y mi guía, mi ángel de la guarda con piano.
¿Sigue simulando un piano bar? ¿Es el ambiente idóneo?
Eso fue más en Yo me subí a un piano verde, que rendía homenaje a los vilipendiados y casi trágicamente desaparecidos pianos bar. Aquí todavía estoy añorante, sobre todo porque me hubiera gustado tocar el piano. Lo intenté cuando era un mocete con Pedro Moreno de Los Pecos, pero el consiguió seguir, yo no. Tengo un traumilla, entonces me arrimo al brasero de un piano encantado.
Dice usted que "sigue en sus trece, en su línea". ¿Insistencia o cabezonería?
Ni insistencia no cabezonería. Estilo propio. Yo ya tengo mi propia versión de los hechos. Los que peinamos canas sobre el escenario tenemos nuestro modo de comportamiento. Se llama personalidad.
'En mis trece 2.0' escribe, dirige y protagoniza, ¿hombre orquesta?
¡Qué va! No sé hacer dos cosas a la vez. A veces no sé muy bien cuál es mi derecha, ni cuál mi izquierda. Bueno, le pasa igual a medio país? A veces los políticos se hacen tanto lío que nos tienen a todos confundidos. Cuando decidí dedicarme al espectáculo, eso es cuando los diplodocus usaban dodotis, me tocó el gordo porque tengo espíritu colaboracionista: con el músico, el de las luces? para entre todos sacarlo adelante. El único protagonista es el show.
Es una obra con múltiples ingredientes, ¿se lleva ahora?
Ahora están más de moda los monólogos, pero yo recupero el show a la antigua usanza. Una amanida con muchos ingredientes. Si no te gusta el atún, lo sacas. Que no funciona la cebolla, pues al día siguiente pones zanahoria que está más de moda. Tengo mucha libertad y por eso el espectáculo está fresquito, porque lo voy nutriendo con los acontecimientos que surgen. Por eso miro los programas de Telecinco, como Sálvame Deluxe (ríe).
Martes y 13 es un referente... un 'hashtag' clásico
Hashtag que la muerte nos separe. Por supuesto es nuestra fecha en el calendario y todavía hay llamadas y celebraciones. Me siento respetado y querido por la memoria colectiva. Lo mejor que hicimos fue saber retirarnos a tiempo. Yo fui el detonante, ya no podía más, por saturación, no porque nos lleváramos mal.
Dijo que "sufrió presión mediática" y ahora es selectivo?
No quiero salir tanto en la televisión, ya lo hice. Muchos me critican. El otro día un taxista me dijo: "¿qué pasa que su compañero se ha quedado con todo?". Si no salgo más es porque me dosifico. Este tipo de cosas las cuento en Anécdotas y chascarrillos en el show.
¿Algún proyecto futuro que aventure risas (o no)?
Primero este bolito para matar el gusanillo, porque lo tengo enorme. Me río de lo que le cuelga al negro de WhatsApp. Luego iré al Festival de Teatro Clásico de Almagro (Ciudad Real), con una lectura dramatizada. Y en proyecto, una comedia musical, pero no puedo desvelar nada.
