La calavera de Connemara
* * * ½
Autor: Marrin McDonagh.
Adaptación: Pau Gener.
Dirección: Iván Morales
Intérpretes: Pol López, Oriol Pla, Marta Millà i Xavi Sáez.
Personajes con la profundidad de Pinter pasados por el tamiz de una violencia tarantiniana, pretendidamente excesiva, soez por momentos. Son algunas de las coordenadas que pueden ayudar a hacerse una idea sobre lo que es La calavera de Connemara y el universo creativo de Martin McDonagh (La reina de la belleza de Leenane, El solitario oeste€), unos de los dramaturgos más estimulantes de las últimas dos décadas y un director de cine que después de Escondidos en Brujas o Siete psicópatas podría entrar en el olimpo de Hollywood este mismo domingo con Tres anuncios en las afueras, multinominada a los Oscars y favorita (no ha podido ser más oportuno Tomeu Amengual al programarlo en el Auditori de Manacor).
En este caso estamos ante una pieza irreverente, que sobre la base estructural del thriller, nos ofrece un retrato hilarante de unos seres que buscan los pocos anclajes vitales que parece ofrecer un pequeño pueblo irlandés y sus alrededores; donde la oscuridad - la del cielo y la del alma - acaba tapándolo todo. Hombres y mujeres perdidos, o directamente a la deriva, atrapados por la culpa, el sexo frustrado o la redención imposible. Los cuatro protagonistas, antihéroes, entrañables y despreciables al mismo tiempo, se baten en permanente duelo, dialéctico o físico, mientras escupen un lenguaje agresivo para disertar de temas diversos, profundos o absolutamente banales, y siempre estirando al máximo ese humor negro marca de la casa.
McDonagh puede resultar hiperbólico - esta propuesta lo es, sobre todo cuando Oriol Pla se viene arriba - y el ruido puede llegar a distanciarte del drama -quizá a propósito- pero siempre resulta interesante, entretenido, impactante, jamás indiferente.
